domingo, mayo 5

sin nombre

Ella no puede ver más allá del silencio,
no descubre lo que él esconde en sus ojos, entre sus manos.
Ella no sabe de los sueños, de la locura.
Él no se atreve a decirle,
a contarle lo que le cuentan sus pasos.
Y se agazapa en la mesa, mirándola de lejos,
preguntándole por su casa al viento,
pidiéndole la ruta para llegar
y asaltar su corazón de noche.

Ella siempre dice “buenos días”, y sonríe.
Es tan etérea, tan transparente, infatigable.
No entiende de los espasmos que él sufre por tenerla cerca.
Ella de él todo lo ignora, hasta su nombre.
Él siempre con ganas de verla,
de conocer sus huellas, sus cumbres.
De robarle hasta la sombra.

Ella espera ser descubierta y ser enamorada;
Él desde ella, se encontró y se enamoró.

Él se acerca de a poco;
alejándose de su libertad.
Ella se queda quieta,
sujetando fuerte de la mano a su inocencia,
pensando en qué tan asesinas
serán las intenciones.

Para esta hora ella lo estará sabiendo,
Cuando aquí yo te diga que aquellos dos, NOSOTROS, deberían juntarse;
dejar caer los temores, y los párpados...
Para que no importe nada, y enamorarse.

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