Si caigo muerto hoy me habré perdido un beso más, un río en mi cara y mis manos buscarían por toda la eternidad tus pechos. Si caigo muerto hoy, así como si nada, me convertiría en hoja seca pero resistente, de color azul, para que el viento me lleve lejos hasta que tu mano me atrape y me guarde en el libro que leas por aquel entonces. Si caigo muerto hoy, me volveré papel y mis sueños escribirán sus sueños más recientes en tinta verde, papelito doblado y guardado en el cajón de una ilusión. Si caigo muerto, mis pies seguirán andando en pos de tu aroma, cerca del bosque y señalando al mar. Si caigo muerto en esta mesa, podré volar en un instante y rondarte de cerca amor, abrazarte y besar los oídos sin que tú te enteres, y con la lengua dibujaré mi nombre por toda tu espalda, para que ni con los pies en mar olvides que sigo aquí, flotando, hecho brisa, hecho mirar, hecho tu dedo húmedo, hecho tus letras escurriendo del corazón.
viernes, octubre 13
lunes, octubre 2
Día calor
Lo más impresionante del día ha sido el cambio de frío a calor y viceversa. Impresionante porqué a mi me ha sucedido al menos tres veces en lo que llevamos de mañana y en cada ocasión el mismo escalofrío me ha recorrido la espalda. Pero no se trata de quejarse en un día como hoy. Nado en música, por momentos me ahogo, hay mucha frente a mis ojos queriéndose amotinar en mis oídos. Nada eleva, por el momento, tonadas invitando a bailar pegadito a tus caderas (arriba la luna o-e-a...), pegaditos mis ojos a tus manos, que me recorren señalándole a tu oreja el lugar para morder, el lugar exacto, el pretexto ideal para tragarnos este sueño y olvidar. Ah si. Creo que ayer empezó la primavera.