sábado, mayo 22

Varios años y días corriendo...

 ...de este blog. Quién sabe que tanto faltará en los días en que los dedos no dieron para más. Lo mucho que sobre, o lo poco que haga falta soñar, decir, gritar, escribir, sigue por ahí, en algún lado.

Gracias por seguir leyendo.

PD: Con los años, me doy cuenta que somos cada días más etéreos, más fantasmas, todos, nos guste o no, sobrepasamos la vida debajo de una sábana con dos hoyos por donde mirar; y solo queda alimentarse de besos, sueños, corajes, miedos, galletas de animalitos o simplemente de unas inmensas ganas de vivir.

martes, mayo 18

Aún más

No quiero que se me vaya el día sin dibujarte un millón de besos en el cielo, ¿has notado que el viaje nos parece aún eterno? Y apenas son tres años luz redescubriendo el universo, haciéndonos pasar por cosmonautas sin conocimientos previos de tecnología espacial, y que más da, si puedo estar meses perdido en el espacio entre tus manos y esa sonrisa, esa cordillera de sensaciones donde a veces sueño que caigo, y despierto con la sonrisa de idiota (la misma de siempre) creyendo que en cualquier momento la señorita Lula me gritará desde una esquina del escenario: ¡despierta baboso!, solo fue una broma para el show, y con aspavientos, aullando: ¡que pase la realidaaaaad!, y de la boca negra de aquella puerta, solo salga caminando un día normal, un día sin ti. Pero ya te digo, no quiero que se me vaya el cielo sin alzar la vista a tus ojos y rezar, por más días de nosotros, sillones con películas y salas de cine vacías para hacernos el amor. Muchos más.

jueves, mayo 13

Email

Me estoy enviando tus pies por correo, para mecerlos en mis labios cuando llegue a casa, y recostarme de lado con tu boquita pequeña, como administrando besos para que nos duren una eternidad, y tu pelo, ese me lo llevo en la mirada, allá lo dibujaré en la pared para perderme en sus colores, cada noche, cada segundo que me hagas falta tú...

sábado, mayo 8

Real

Esto de cruzar los brazos, mirar al frente y suspirar frente a un pálido monitor, no es cuestión de todos los días. Pero de unas lunas para acá, tú estás del otro lado de la ventanita que parpadea, y hay momentos, como ahora, que alcanzo a sentir tus dedos enredándose a los míos, siento lo tibio de tus labios caminando por mi cuello y comparto el ardor que sientes en el pecho porqué de pronto tengo que decir tu nombre en voz alta para dejarte de extrañar. El estómago sigue un poco ocupado de tantas espirales de caricias que lo vuelven huracán, y yo, de brazos cruzados y manos temblorosas, cierro los ojos otra vez y me desayuno la mañana, para que el tiempo se vaya rápido y no sean estas ganas las que tenga encima de mi, sino tu rostro, mirándome, diciéndome: ya ves amor, te dije que era real....

martes, mayo 4

Ausencias

A veces, con insistente certeza, llego a creer que las tardes como esta, tan llenas de viento y ausencia, son el presagio de un mañana peor. Normalmente la rutina aplasta el vaticinio y todo resulta tan sencillo y torpe como siempre, las mismas calles rodando y las cascadas de luces donde siempre, aluzando el camino a seguir siendo yo, el mismo. Lo preocupante de este oasis en la niebla es que las figuras que se asoman a la ventana no son nada familiares, extraño otros rostros, más sencillos, que reconfortan sin tener que usar la lengua, simplemente aletean cayendo de árboles de paz y todo se vuelve astuto, exacto, para dar pasos firmes sin miedo a que el andamio se quiera matar otra vez (conmigo encima), y le caiga encima al mundo, aburrido de mi.