lunes, febrero 20

Escucha

en el fondo yo podía ver que tus ojos me rogaban que regrese, en el fondo tú querías perdonarme. En el fondo yo quería decir lo que tú querias escuchar de mi y no lo hice por cobarde pero en el fondo yo moría por quedarme.

jueves, febrero 9

Ausencia

El mismo gran final la misma historia despertó, el mismo dame tiempo,
no es que seas tú quizás soy yo. Después el drama abierto sobre la sangre
del adiós diez días de silencio en duelo por un corazón.
El mismo sollozar mientras se ríe de mí el reloj que tuve entre las manos
Ella también se me escapó. El fin del tercer acto y a celebrar el cuarto error
de nuevo la paciencia socorrer por mí el telón.
A dónde vas a ir corazón con quien te vas a equivocar, en donde habrás de ahogar la voz con quien te toca morir por quien te vas a suicidar. Pobre de ti mi corazón. 
Ella tampoco fue tu paz como saberlo si el latido nunca ordeno dar marcha atrás.
Pobre de ti que no te queda otro remedio que aguantar
Pobre de mí la que me espera si no te llegas a levantar.
Pobre de mi corazón pero como iba a imaginar
que había un tercero en la batalla y peor aún que te iba a ganar.
Pobre de ti que ya agotaste la fuerza para recomenzar
vuelve de nuevo hasta mis brazos.

martes, febrero 7

Media Luna

Ella tiene un lugar dentro los bosques
donde ella se balancea cerca de la casa
en los arboles
Ella tiene un camino con animales
y me invita a liberarme ahí…
Hay un ejército de hombres
que matarían por ella
incluso las diosas miran
cuando ella se mueve
Los amigos nos suben
y algo abre el cielo
y esto nos llena con nada
para perder…
Ah nunca hemos estado en este lugar antes
no, no como es ahora mismo
y puede que nunca sepamos,
para que es esta noche…

Él tiene un modo de ser persistente
como un fantasma que no se marchará
Él tiene un lugar dentro del viento
Ah él está alrededor,
pero sé que él no se quedará…
Hay un ejército de estrellas
chocándose en la noche,
estaban ardiendo
pero de todos modos hacía frío
Así que los dioses se atreven a venir
y sentarse y hablar con nosotros
fuimos golpeados, nos aquietamos,
éramos valientes
Sí, por el momento, sólo tendremos
que sentarnos alrededor
pero nunca hemos estado
en este lugar
no, no como es ahora mismo
y nunca sepamos que es la vida
y una vida larga…

Así que por ahora,
sólo tendremos
que sentarnos alrededor
Sí, por el momento,
solo tendremos que sentarnos alrededor

viernes, febrero 3

quiza

Escucha o dispara de una vez...
tienes mi vida en tus amnos...
que hago yo después?

Confiezo

Porque usted no sabe. No podría saberlo aún, tendría que terminar esta lectura y vamos, puede que eso no suceda. Puede que le canse, hay demasiada paja para un mensaje tan sencillo. Puede que le dé miedo, que un rayo le suba desde las plantas de los pies y la envare, la deje quieta y los ojos se le hagan agua (como aquella otra vez ¿recuerda? Los ojos se le hicieron agua y llovió por días sobre nosotros, bajo nosotros, dentro y fuera de nosotros; una tristeza pluvial aquella, un fenómeno natural e inhumano). Puede también pasar que acabe y no se entere, que lea por encima de las letras, diciéndose bajito “esto es una e y no sabemos si en realidad lo sea o sea una a con malas intenciones, camuflada” y como lo dirá bajito habrá quién voltee a verla y eso le distraería para enseguida sonrojarse y rápido dejar de leer y alejarse del lugar…perdiéndose el mensaje. ¡Tan importante el mensaje! Tan breve, tan higos frescos, tan café cortito y azúcar de verdad. Aunque lo lindo no es el mensaje en sí, sino lo natural que resulta enviarlo por escrito, y al mismo tiempo saber que no lo leerá, que más bien va a sentirlo y súbitamente, mientras aspira, el perfume será el mensaje, luego será el sabor, el momento. Un pescado al vapor que recomienda, dos líneas de un texto que no memorizó por completo.

¿Pero qué haremos si en realidad acaba esta lectura y no lo encuentra? ¿Cómo compensaremos esos diez minutos que le tomó imaginar que al final encontraría algo importante? ¿Qué contestaré si un día le da por pararse frente a mí y recriminarme por esos diez minutos? ¿De dónde podría yo sacarlos, de dónde reponerlos? ¿De dónde sacaría yo “lo importante” si no lo supo ya mientras leía?

Porque usted no sabe, aún no sabe, pero algo comienza a intuir en la barriga, en los brazos erizados, en ese levantarse temprano y pensar que tal vez, que podría ser, y tal vez está siendo. Pero no sabe, aún no sabe.