sábado, octubre 31

Y aunque yo No lo Quisiera

Jodido José Alfredo, sabía darle en el clavo, ¿A poco no? O será que simplemente pasó por lo que muchos hombres (y mujeres, claro) han pasado, el desamor. Este ha sido un tema recurrente los últimos días de mi vida, de repente me ha entrado esa curiosidad de verme al espejo y tratar de analizarme como la gente me ve a diario, simplemente yo caminando por la calle, si bien es cierto que tengo casi siempre cara de enojado, casi nunca lo estoy, aunque el cambio de normal a enojado puede ser casi instantáneo dependiendo la situación que dispare tal cambio, en fin, el tema no es en realidad ese, sino aquella imagen que tiene la demás gente de mi.
Hoy me vi largamente al espejo y lo primero que noté es que he traído el mismo polo todo el día, con la que dormí y con la que sigo hasta estas horas, desperté sintiéndome con gripe, malestar, tos, diarrea, depresión, apuros y poco tiempo, por si fuera poco, me dolía la cabeza, así que ahora que me veo traigo cara de nomejodanadie, me duele el cuajo, y empiezo a oler mal...
El segundo punto de mi, en unos tres mes cumplo 24 años, sigo sin terminar una carrera en la universidad, sigo con deudas y aquella imagen mía de hace 10 años, cuando alguien me preguntó: ¿como te ves a ti mismo en 10 años? pues simplemente no encaja con lo que soy.
Veamos, recuento, la misma polera por más de 12 horas, cada vez con mas pelo, la panza creo que creciendo, las ganas muchas y las letras cada día más absurdas. Y cada que veo parejas en la calle, recuerdo la canción de serrano y empiezo a sentirme melancólico, no debería, quizá haría mucho mal si tuviera a alguien por pareja, me he vuelto algo celoso, aunque no a niveles psicóticos, aunque ahora, quizá lo sea un p..... oquito mas, no, m.... ucho menos, sinceramente que si, no hace poco dudé tanto de mi sombra que dejé de caminar en el sol, y ya no confío ni en mí, o sea, verme con una pareja resulta por el momento... lejano, no me toca, no me viene, y aparte, no hay quien se anime con semejante miembro de museo de ripley.
¿A que venía la canción? Ah, si, a la melancólica certeza de saberme solo por los próximos años y a veces de verdad que no resulta fácil caminar por la calle sin alguien que te comparta el sudor en la mano, o llegar a casa vacío, callado, y pegado a este monitor que nunca sabe dar la espalda, ni decir que no.
Muchos de mis amigos tienen pareja, pensándolo bien, casi todos tienen o amante, o concubina, o pareja, o novia, o novio, o esposo o esposa, algo tienen y yo sigo revoloteando con cara de no me importa, ¿será que realmente no me importa? Ya sé lo que es tener pareja, amantes o concubina, novias, también, he vivido eso y miento cuando digo que no lo quisiera volver a vivir.
Es un juego complicado este del amor y los encuentros, muchos no sabemos ni que querer o que desear, y cuando lo sabemos, por lo general abrimos los ojos y estamos mirando directamente a imposibles, pero no basta cerrarlos para cambiar de dirección, y hay veces que ni el tiempo te indica el camino correcto ni las caídas te dicen por donde ir, creo que solo queda limpiarse el polvo del trasero y seguir caminando, nadie va descalzo por la vida, de alguna manera, el calzado es cada vez más duro y las piedritas del camino molestan menos, cada día menos, pero el hecho de seguir, tratando de hacer real aquella frase que la gente sola se repite tanto: estoy disfrutando mi soledad, no es algo sencillo, nomás es cuestión de seguirle y seguirle y seguirle, algo cambiará, algo vendrá...
Pienso que amanecer enfermo es de los peores asuntos de esta vida, por que sin aviso, te duele todo, te vacías en el baño y no hallas que diablos hacer con tanta tristeza, alguien me dijo el otro día que ya no leía mi blog por que casi siempre lo ponía triste, pero le dije que sinceramente, el día que se me caiga una plancha en la cabeza mientras hago el amor, lo podré contar, mientras tanto, son estos días grises los que hablan y nada risueños de plasman en mi sentir, no queda de otra, pero sin duda, ya vendrá una guerra distinta, aunque, al fin y al cabo, también sea una guerra que librar.


Black Sabbath - Paranoid

domingo, octubre 25

Esto eS mi Rutina Normal...

Domingo, de tarde, casi noche, asomando a la ventana como quien espera a nadie, pero volteo a la esquina por donde vienen los coches, haciendo cara de “ya es tarde”, quizá no vaya a venir, así la gente que pasa voltea, ve mi actuación del día, y sigue con la cabeza sumida en su propia rutina, en su propio quizás...
Luego vuelvo a ver la foto que tengo siempre cerca, donde estamos tú y yo, la misma foto que día a día significa menos así a lo lejos y mucho así de cerca, encima de mis libros, parece que el marco de flores que hizo el viento le seca, nos quita la imagen, nos devuelve la vida, o al menos a ti, me basta verla para no pensar en ti, para volverme al espejo y verme igual que siempre, atravesado por miradas, por manías, por deseos que tiro al suelo a que se echen a perder.
Quiero hacerme creer que tengo las mismas ganas de escribir que hace un año, mentira, tengo más, pero me cuelgan menos letras, me crece mas pelo y menos saliva para inventarme viajes y fortunas, desequilibrios propios de mi encierro, locuras, disparates pintados de rojo, como alas de mariposa rodeada de luz, inalcanzable.
Por más fuerte que muerdo tu imagen en la almohada siempre se me pierde, siempre cae atrás de la cama y me despierto jalando un zapato que hace meses perdí, y que mañana volveré a aventar con odio, al fondo de todas las cosas que guardo ahí debajo, el polvo, mi alma, mis manos, mis pies, mis sueños.

Damien Rice - The Blower's Daughter

sábado, octubre 24

Reflexión suicida

Indudable el sentimiento de alzar el vuelo, casi instantáneo, a la orilla de esta mesa de madera y con los ojos clavados en el lazo amarrado a la viga, no sé si el nudo sea el adecuado y con mi salto consiga nada más romperme el cuello, que muerte menos diga debe ser, pero he descartado las demás opciones de suicidio, esta es la más barata, la de los coches y la carretera no era mala idea, pero ya empieza a anochecer, y no quisiera lanzarme ante el conductor equivocado, ah, claro, habría que escoger, no muy alto ni muy viejo, tampoco, una pobre señora que no lo pudiera superar, en fin, deseché la idea muy pronto, la idea de mi en pedazos rodando por la calle no me agrada, mejor así, aquí quieto y en lo oscuro, pateo la mesa a un lado como en la película aquella y dejo una frase que todos vayan a recordar, perdiendo el aire lentamente y quizá arrepintiéndome de la grandiosa decisión. Ya me empiezan a flaquear las piernas, el nudo listo, los pies en la orilla, uno ya en el aire y el otro listo para tambalear la mesa y caer, solo quiero dejar antes un recuerdo, una frase peculiar, siento que se me resbalan los pies, el nudo está creo demasiado apretado, lo quiero aflojarrr por qiue sientoo quer ya nop ppuedo ressepira, yya casdi n alcanso l rtecladfo i distingtho lko qwer ijnttegntto essscvribvir solo dire queueeei ...... . . .. .. ... .. . ..


( Leí tu correo, todo esta bien ahora... )

miércoles, octubre 21

Principesa I

Había una vez un yo que suspiraba con tardes de lluvia y le gustaba ver principios de películas, solo el principio si, la única vez que aquel yo intentó un romántico final de película en la vida real, se halló corriendo solo bajo la lluvia de sus lágrimas, confundido con la noche y con una puerta (y un corazón) que se le habían cerrado para siempre; era, sin embargo, el final de la primera parte, el de la segunda fue peor. Había una vez un yo que le platicaba al gato sus tristezas, que renegaba de lo largo de un blues y que bailaba un vals con las losetas del baño cada que se dejaban acariciar por sus pies, y que muy de mañana, le soplaba a las nubes en la ventana para dibujarse la mañana ideal, aunque, casi siempre, el vidrio evitaba el contacto con seres de algodón. Había una vez un yo que un día se asomó a unas escaleras por donde una princesa caminaba con una sombrillita de colores, iba y venía y se sentaba a esperar, siempre a esperar y el mundo que era blanco y negro le robaba los colores, y a la princesa, le llovía debajo del paraguas, y al yo, los pies lo llevaban a asomarse por las escaleras y esperar, a ver, sin saber, que por ahí, pasaban aquellas alitas rotas que regaban luz por todas partes, hasta que un día, con una sonrisa, el yo se hizo ayer, y aparecí yo, vestido de hoy, aprendiendo que la vida si es a veces de color de rosa, sobre todo, cuando un pueblo quieto-quieto deja escapar a una princesa triste-triste, que se asoma a la ventana que ella dibujó, y con sus alas (aún rotas), abraza lo feo, lo tira lejos, y en su lugar, exige galletitas con leche, para volver, cualquier noche de estas, a estirar las manos y ponerse la sombrillita de lado, y curioso, que acá, desde entonces, haya dejado de arreciar el temporal.

domingo, octubre 18

Sobre MojaDo

Escribí tanta idiotez que cinco minutos después el destino borró tales palabras, la gente se empeña en recordarme lo que ya no tengo y los sueños que se me fueron, ¿quien les preguntó?; la luz se afana en enviarme descargas que jodan mi vida y las deudas son expertas en crecer. Este es el minuto del día en que solo falta que caiga un dragón muerto en la calle y alguien me acuse robarle un beso sin siquiera tener el placer. Llueve sobre mojado, y yo escurriendo de ganas, con las fantasías colgadas con hilitos en los dedos para olvidarlas, ya no suelo rezar, pero miro el techo de mi cama y pienso: mañana lloverá menos, mañana saldrá el sol.

jueves, octubre 15

Soñando

Ella amenaza con muchos abrazos y luego se ríe; la imagino recargada con el codo en el escritorio mirando la pantalla de luz y con una risa de esas que no puedes evitar, con el pelo de colores y las manos de hada recorre el teclado y dibuja palabras de tranquilidad, de paz, y de quien sabe que, ya no come sola ni recorre sola el camino a casa, en alguna parte del pensamiento es acechada por la distancia y por el quizás de un nuevo día, pero no, sola no. Yo me acurruco para dormir y escapar del frío de las últimas noches, los días de melancolía siguen naciendo cuando se les hincha su gana y tal como dicta el horóscopo suelo deprimirme como digno capricornio de un segundo a otro, luego cambio de vista y los panoramas distintos alardean felicidad, las voces en el radio y el buenas noches reconfortan, estoy lleno y estoy sudando alegrías, quiero regalarlas y no ser el grinch que suele amanecer con el brazo derecho dormido y la baba seca en el cachete que se dispone a llegar a mirar la entrada al trabajo. Voy a dormir, voy a soñar, voy a espantar los malos sueños al menos por esta noche, voy a soñar que ando cerca de un río, y que no hay donde poner la cámara y entonces ella ríe al verme batallar, luego, nos burlamos al sacar la foto nosotros mismos por que nadie ha querido pasar por ahí para ayudar, voy a robarme ese momento para soñarlo y descansar como si hubiera sido yo, como si hubiera sido ella, como si todo fuera distinto, como si no fuera un capricornio, como si no quisiera empezar a caminar.

martes, octubre 13

El gato

Hay un gato feo que me visita cada noche, pero nunca logro verle la cara, oigo sus pasos siempre que hay lluvia y la noche esta en silencio, camina por el techo, y lo imagino ahí mojado, vigilando la noche, con los bigotes escurridos, casi muerto de hambre pero determinado a no dejar que nadie más tome su lugar en el techo. Estoy seguro que siempre llega solo el gato feo, por que se le nota en los maullidos, llora con ganas de llorar, luego se deja caer, a ver las estrellas, y a imaginar figuras con sus uñas. Si pongo música se queda más rato el gato feo, aunque últimamente creo que le aburre el jazz, a mi también, por que cada vez lo pongo menos, y luego le subo al blues y lo escucho reír, mover la cola alegremente y disponerse a regresar a donde sea que viva, me doy cuenta que se va ya cuando brinca al patio del vecino, luego, se enfila a la barranca y ya no lo escucho, pero a veces, sus maullidos siguen y siguen casi hasta que amanece, ronco, donde sea que pase el día, seguro se le va en dormir. Al rato viene el gato feo, seguro hoy maullará más fuerte, por que también yo traigo ganas de gritar, de reír, y de rasguñar la noche con estas ganas.

¿Que como sé que el gato es feo? no lo sé, lo imagino, por que a veces, les digo, no para de llorar.

sábado, octubre 10

PensanDo...¿ maracuya ?

A veces pienso que aun estas que no te fuiste, te regresas me besas y me dices no estés triste necio, que esta realidad es solo un chiste de mal gusto y que del tamaño del infinito te gusto, a veces subo a la azotea a mirar las nubes y veo aquellas figuritas que dibujaba el deseo, me acuesto pienso en ti y si cae alguna estrella le pido que de tu piel jamás se borren mis huellas. A veces ando y en todas las señalizaciones de transito me sonríe tu cara pestañeo luego vuelvo a mirar y me digo estoy delirando aquí un auto me va a matar. 

A veces, no casi siempre, te imagino en mi camino que me tocas la puerta y cuando abro es mi vecino, a veces sueño que te cuento los secretos de mi infancia que tenemos un hijo y le enseñamos a decir gracias. A veces pienso que tu no piensas en mi y que para estar junto a ti no nací, quizá sea así, pero cuando los ojos abro y te veo a mi lado digo amanecí junto a un milagro, conservo tu carta como un tesoro, tesoro te adoro e ignoro que mas de ti me enamoro, solo quisiera ser el duende que siempre aflora en tu poro y te dejo porque a veces las canciones tiene coro.

A veces hago gestos creyendo que me miras y que soy todo lo que hay en tus pupilas te quiero una pila, ojala lo mismo tu, me convertí en un bombillito que no prende sin tu luz, A veces no quiero pensar que sin ti tengo frío y que cuando te vas me dejas lleno de vacío eres lo que ansío adorarte es mi virtud están tocando la puerta ojala seaS tú

miércoles, octubre 7

Pa los TRES y recuerDOS

Tres tristes tigres tragaban trigo en un trigal...tres tigres tarados neuróticos gatos tristes tuercen tuercas hasta tarde por tres soles de trigo, tres pacos de trigo! ¿cómo no van a estar tristes? el trigo tapa a los tigres... los estriñe. con las tripas trenzadas todavía tienen que trapear el trigal y tallar los trastos ¿cómo no van a estar tristes? el que tiene las tuercas les tendió una trampa los metió en un tratado y los tranzó al otro lado a tres soles por tigre (baratos tapetes de gatos) los tigres protestan: los tratan de ultras extremos tarugos traumados tigres trastornados, pero tranquis los tigres transforman su tristeza en trancazos organizan una huelga general de gatos y triunfan tumban del trono al titiritero tramposo y ahora... trescientos libres tigres tragan platos de ternera


"J"odido traidor "A"hora tramareros algo,

te traumaremos,

que trance... (trantrán)

sábado, octubre 3

De Ayer y de Hoy

Amaneció nublado otra vez. Y es que hay días así, que según tu ánimo, la ciudad despierta en el mismo tono influenciada por ti. Por eso hay tantos días con sol, por eso hay tantos árboles verdes y tantas flores de colores. Por eso hoy está nublado, casi a punto de llover (llorar)… por que allá, no tan lejos, despiertas al hoy nublada de los ojos, con la frente blanca y las manos coloreando tu mundo, con un prisma danzante tendrás que disfrazarte de alegorías para regalar sonrisas que no sientes, no hoy, pero igual, abrazarás humanos, y dirás: gracias; cada que alguien te diga: feliz cumpleaños.
Muy de vez en cuando, saltando de planeta en planeta, uno llega a toparse con seres como tú, y entonces, viajero terco, decido detenerme un rato para entenderte más (o al menos tratar de hacerlo), y acabar varado en tierras de sol, con un viento que le hace daño el frío y que se enamora de virtualidades, con ojos grandes mira la pantalla y se ríe y con los pies descalzos dibuja el utópico camino a seguir.
¿Hay que dar gracias al viento por detenerse de vez en cuando, y ser solo brisa tenue y sonrisas eternas? No lo sé, no creo que haya forma de agradecerlo, más que bañarse en él, y aprovechar cada roce de sus alas, antes que la mañana nos sorprenda, y la primer luz del sol nos convierta en gota de rocío, indefensa, cayendo, queriendo ser viento otra vez.

Feliz cumpleaños señorita, todo lo que hay que decir, se nos ha escurrido de los labios en medio de caminos, tu música, tu prisma, tus pies en el sillón, tu risa y mis manos regalando letras, no hay forma de pagar las tardes, las noches, los sueños, y sobre todo, el vínculo, indescriptible, que nos lleva, siempre, de regreso, a compartir soledades.
-Una vez dijiste:
El regreso a casa fue triste. No sabíamos que hacer, los planes se nos fueron cuando el policía paro el coche para quitarnos dinero. Atrás la luz dormida. Los arboles nos saludaban entrando a nuestra ciudad. El viaje, casi sin palabras y aún así lo disfrutamos, pues la música disfraza nuestros silencios: ¿qué más da el silencio, la música, si nuestras soledades se siguen acompañando?
Gracias por dejarme ir a tu lado y perdonar a este pobre ingrato que ya se esta poniendo al día.
Gracias a ti.