sábado, diciembre 27

la era del conocimiento

La era del conocimiento se ha identificado como el elemento clave de la sociedad e inclusive de las organizaciones, ante este hecho todos individuos no podemos quedarnos quietos ya que, quedarse quieto en este mundo es como morir intelectualmente.
Para avanzar o incluso para mantenerse donde uno está, hace falta mejorar, comprometerse audazmente a aprender. La Era del conocimiento o Sociedad del Conocimiento sin duda hace referencia a la muy importante creciente que la ciencia y tecnología tienen para la creación de riqueza y el desarrollo económico.
Las nuevas tecnologías de la información y la comunicación posibilitan establecer relaciones y desarrollar actividades. Contribuyen al crecimiento, la transferencia y a la multiplicación de la capacidad de almacenamiento de los conocimientos. Si bien el conocimiento ha adquirido particular relevancia, no es un concepto nuevo, estuvo presente en el discurso tradicional de los grandes filósofos desde Sócrates hasta los contemporáneos. Hoy la reflexión sobre el conocimiento, su valor estratégico y su aplicación es abordada por teóricos de diferentes disciplinas y campos de la actividad humana. Un ejemplo de ello, son los cambios estratégicos que se aplican a una organización en el ámbito de la educación, la salud, la administración pública, el sector privado, entre otros; abordados desde tres frentes: la gestión de la información, la gestión de los recursos humanos y su capital intelectual y la medición de bienes intangibles.

fuente:
wikipedia.com
monografias.com
y rocio soto, profesora de lengua y literatura

miércoles, diciembre 17

JuGo De LuCuMa


Cuando yo me muera cúlpese a todo el mundo, hágame el favor señor juez de armar un tremendo problema póngase bravo, afile el colmillo que todos salgan responsables embargue los bancos las residencias que paguen que no se hagan locos, señor juez que indemnicen a mi cadáver que le paguen horas extras a las lombrices que nadie se escape que a todos en calabozo o en paredón jodan a su madre, pero que cada uno de los vivos se muera conmigo usted mismo electrocútese o péguele un brinco en la hoguera que mis padres vayan a juicio por dejarme morirque a gianmarco le den 8mil años de cárcel por hacerme tanta falta en la tumba, que se rompan todos los focos de esta ciudad, que se vacíen las cervezas en la coladeras que un ejercito de ratas siga mi cortejo fúnebre y que en mi entierro también ellas se hundan, asegúrese que a cada mujer se le rebane un seno que a las mamilas de mis hijos se les rellene con leche y con ponzoña, que el Papa se calle la boca, que me saquen los dos ojos y que los agujeros metan los huevos de mi peor enemigo que me ordenen una ultima merienda que me pongan la lengua de Fito en la boca señor juez... señor juez o quien sea que quede vivo cuando yo me muera muérase conmigo no sea marica, señor juez o señor de la basura o barrendero o quien encuentre mi cuerpo no me deje aquí no pegue carrera siéntese un ratito sacúdeme la tierra le contare un cuento un chiste o dormiría en la oficina si pudiera… se dio cuenta como la muerte lo hace humilde a uno le baja los humos lo convierte en lobo le arranca los dientes por eso no se valla, sino se muere el mundo no importa es únicamente que de pronto me sentí muy solo

lunes, diciembre 15

mensaje


“Encontré una estrella de mar más grande que mi mano”, ese era su mensaje en mi celular. Con la fascinación de una niña pequeña me confió su más reciente hallazgo. Yo le respondí que su mano era más bien chica y por lo tanto la estrella seguramente no era tan grande. Así, con esta estupidez de adulto, le hice notar que me estoy secando, que se me está acabando la sorpresa, el gusto por las pequeñas maravillas. Le hice notar que me hace falta.