lunes, abril 29

Inhibido


Él la busca en las alturas, no le teme a los tejados,
quiere estar embelesado con los dedos del festejo
en un corazón flechado.

Ella busca entre la niebla, desdeñando los cortejos,
hoy sus ojos son reflejos de sentidos complicados
que se vuelven en consejos.

Ella no habla de destinos, no se enreda en desenredos,
no enmaraña entre sus hilos a la búsqueda de esbozos
al placer de los espinos.

Él no para de bailar, solo verla es sustantivo,
busca asilo en su mirada, en los arcos de sus ojos
ese cielo tan prohibido.

Ella sueña seducida, Él le escribe una carta,
ambos se hacen una ofrenda pero nunca llega a casa, 
y no sale del buzón.

Sus miradas se han cruzado, pero todo anda torcido,
ambos laten con sus ojos un deseo galanteado
que dibuja un corazón.

Ella piensa y no sonríe, no se atreve a dar el paso,
Él no toma decisión, es un mar no navegado,
anda con el mar cortado como niño castigado
que se enrosca en un rincón.

Él ahora anda algo intranquilo, ya no sabe aterrizar,
ve sus ojos y aun respira es un nudo de silencios,
ambos vagan sin sentido, aún no es tarde para dar pasos.

Ella aún sueña seducida, Él le escribe otra carta,
aunque sea el más pequeño a los besos de un recuerdo
y de abrazo tan inmenso.

domingo, abril 28

Queja formal


No es que me queje de tu ausencia en estos días, de cierta forma, disfruto y aprendo a quererte en el silencio que reina por acá, a veces prendo una vela y sacrifico un poema en tu nombre, lueguito de escribirlo, virgen ansiosa se retuerce bajo las llamas y nadie más lo volverá a leer, aunque a veces me pregunto si volverá a renacerme de las manos, convertido en viento, que reclame su muerte bajo aquel fuego haciéndome recordar de tus manos hechas colores; no es que me queje de este hueco en el pecho, es la lluvia que ha venido con el sol para llenarme de desasosiego, y entre tantas mis frases absurdas, se vuelque el cielo y me ahogue en su sed de venganzas, de cartas en papeles de olvido, que ya no vengan a robarme el sueño, tan solo, que ya no se asome la luna a hacerme pensar en ti, y en esta isla, sin señales de fé, sin señales de ti.
(querida luna)

martes, abril 23

No sé que decir...

Te regalo un lugar en mi corazón que guarda un latido al final 
las últimas líneas de la libretita que tengo aún por empezar, 
o mejor te regalo un lugar en mi pecho para despertar 
con todas las noches de luna que quieras tú coleccionar 
no sé que decir... que no he dicho ya...
(para luna )

sábado, abril 20

Verte Sonreír


Cuando me pongo a escribirte casi nunca soy yo. Los dedos se bailan desnudos y se pintan la cara en colores que no siempre entiendo, golpetean el teclado y pegan gritos y estornudos a cada letra que se les cae. Los miro como de reojo me quieren sorprender espiándolos pero casi nunca lo logran, se secretean pero siempre olvidan al meñique que sigue ensimismado en alguna creación. Casi siempre el resultado es desastroso, los conmino a borrar pero prefieren decirle al viento que se lleve ya las cartas que escriben, no es tan sencillo colgarse del viento y huír, aunque los dedos, cosquilleando y con sonrisa maliciosa, sigan ansiosos por escribirte, de nuevo, lo linda que te ves leyendo esto, y sonriendo, tan lejos de mi.

lunes, abril 15

Vértigo

¿Dónde estás Luna?  
Ven aquí y no digas nada.

Sería muy simple amor, te quitas el cielo, quemamos los papeles que te atan al sol, le tapamos la boca a la luna, nos escondemos de las estrellas y nos escapamos al mar; y ahí, entre caracoles y atrapasueños tejidos de tu pelo, nos volvemos dioses, y que el mundo siga dando vueltas escalera abajo, que siga cayendo la fe.

Ya no solo distancia, ahora hay silencio entre los dos. Y ahí estamos, como espejos inertes, las manos colgando y los ojos largos, mirándonos desde nuestros miedos, desde mi esperanza, desde el andén donde te espero, hablándonos en silencio y a gritos de nada. ¿Qué hago con todo esto pequeña? Se lo vendo a la primer nube que quiera pasar, al primer río que me moje las piernas, a la primer llovizna que venga y me haga nudo los brazos, y me quede tiritando, sin nada que dar, sin nada para soñar.

miércoles, abril 10

Yo sigo pensándote...

Querida Luna:

Llevo toda la mañana pesando en tu risa y tus lunares (y en el nombre que debería tener tal constelación), pase horas imaginando cualquier excusa para verte, para decirte al odio "quieta ahí, tus labios o la vida..." es que cada minuto siempre está lleno de ti. Te he dibujado una luna llena de color azul para que te cuide y sirva como amuleto ante cualquier día gris con el que te topes.
Quizá un día de estos asuma el riesgo te diga seria y formalmente que quiero una vida juntos cargada de sueños o quizá el susto me lo des tú y si me preguntas, te respondo que "sí".

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No es que muera de amor, muero de ti. 
Muero de ti, amor, de amor de ti, 
de urgencia mía de mi piel de ti, 
de mi alma, de ti y de mi boca 
y del insoportable que yo soy sin ti. 

Muero de ti y de mi, muero de ambos, 
de nosotros, de ese, 
desgarrado, partido, 
me muero, te muero, lo morimos. 

Morimos en mi cuarto en que estoy solo, 
en mi cama en que faltas, 
en la calle donde mi brazo va vacío, 
en el cine y los parques, los tranvías, 
los lugares donde mi hombro 
acostumbra tu cabeza 
y mi mano tu mano 
y todo yo te sé como yo mismo. 

Morimos en el sitio que le he prestado al aire 
para que estés fuera de mí, 
y en el lugar en que el aire se acaba 
cuando te echo mi piel encima 
y nos conocemos en nosotros, 
separados del mundo, dichosa, penetrada, 
y cierto , interminable. 

Morimos, lo sabemos, lo ignoran, nos morimos 
entre los dos, ahora, separados, 
del uno al otro, diariamente, 
cayéndonos en múltiples estatuas, 
en gestos que no vemos, 
en nuestras manos que nos necesitan. 

Nos morimos, amor, muero en tu vientre 
que no muerdo ni beso, 
en tus muslos dulcísimos y vivos, 
en tu carne sin fin, muero de máscaras, 
de triángulos oscuros e incesantes. 
Muero de mi cuerpo y de tu cuerpo, 
de nuestra muerte ,amor, muero, morimos. 
En el pozo de amor a todas horas, 
inconsolable, a gritos, 
dentro de mi, quiero decir, te llamo, 
te llaman los que nacen, los que vienen 
de atrás, de ti, los que a ti llegan. 
Nos morimos, amor, y nada hacemos 
sino morirnos más, hora tras hora, 
y escribirnos y hablarnos y morirnos.
(Jaime Sabines)

martes, abril 9

Tu silencio

Tal vez yo te escribí demasiado, 
o tal vez fuiste tú la que me leyó poco

Amor de mi vida… probablemente sería injusto regalar esta acepción, en todo caso, mi vida se fue al carajo hace mucho y el amor se ha seguido columpiando como se le da la gana de mi cuello. El corazón me sigue latiendo rápido y tenue, como golpecitos cansados que se acentúan cuando la garganta se queja del humo que no le quiero regalar. Todo se constipa, se aglomera en una de las callecitas de mi cabeza y repletas las opciones de semáforos en rojo simplemente no sé que hacer, demasiado tarde para pasarme el alto y demasiado espumosa la sangre para regalar muestras gratis de mi fe. Todo en el pecho es nudo, el estómago lleno de mar y simplemente, la espalda se rehúsa a seguirme aguantando, afloja el paso, igual que los oídos que se cierran y se amalgaman los dolores para ser uno en rojo y negro y conspirar contra mi, que tendido boca arriba en la cama, ya no sé que hacer, con la sangre en los ojos y el fuego resbalando por mis pantorrillas, despacio, me limito a creer que el foco será el sol que me despierte con nuevos bríos, quizás, el amor de mi vida, esté esperando por explotarme el alma, en mil pedazos, y yo siga atareado buscando la llave que tiré a la fosa donde los dragones bailan y sudan, disfrazados, aburridos, igual que mis textos.

lunes, abril 8

Eternízame

eternízame,
déjame colgarme de ti amor, que hace frío hoy,
alíviame estas ansias, que me canso de volar sin saber a dónde voy.

eternízame,
déjame meterme en tu sonrisa,
eternízame en tu cuerpo, en tu alma, en tus manos, en tus pies.

eternízame,
dibuja un sueño que sea solo de los dos,
sácale la foto a nuestras almas, y cuélgala en la pared que dé hacia el norte,
eternízame las manos, con el sabor de tu piel.

eternízame,
déjame no olvidar tu cara, con los ojos cerrados,
eternízame en una lágrima del ojo que llora, eternízame en tu espalda,
eternízame siendo cicatriz, pero no de olvido, eternízame en un lago,
eternízame en tu sueño, con mis manos, con las tuyas, salvándonos.

eternízame imaginaria,
eternízame en nuestra realidad infinita,
y déjame acurrucarme junto a ti, riendo, sabiendo que seremos siempre,
solo eso, seremos...

domingo, abril 7

Melanocitos

bajo sospecha hay que callar...

Quiero hacerte reír
cuando estés triste,
conseguir tu medicina
cuando te duela la barriga,
te haré una hoguera si es 
que el horno se malogra.
Dejaré que tengas
el control remoto,
déjame lavar los
platos en nuestra cocina,
ponerte en la cama cuando
hayas bebido de más,
podría ser el hombre que
envejezca contigo…
sería bueno
envejecer contigo.

jueves, abril 4

konichiwa

Luna:
Tus grandes ojos miran fijamente
y las palabras que te quiero decir se me nublan por completo,
es que tu forma de sonreír es suficiente para volverme loco.

Tus labios… Dios tus bellos labios… creo que encajan perfectamente en los míos. Tus manos... tus perfectas manos... encajan perfectamente con las mías, la forma en que cantas, bailas, caminas, hablas, desapareces, todo lo voy anotando en mi cuadernito color negro para no perder ningún detalle y poder verte/recordarte cuando te vayas.

He resaltado las cosas que quiero hacer por ti, contigo todo es suficiente
para sentirme completamente renovado.

lunes, abril 1

Luna de fresa


Querida Luna:

Como qusiera decirte que fue en tus ojos donde halle la comprensión, si tuviera el valor te haría sentir que no necesitas el espacio entre los dos. Cierro los ojos antes de mirarte pues guardan el tiempo que en secreto te pienso, de lejos he aprendido a quererte.

Me trae la vida tu nombre y de tu sonrisa haces nacer la mía, fue en tus palabras donde descubrí que quiero ser el silencio de tu respiración y callan las noches cuando duermen en tu ausencia dejan el lugar donde en secreto de sueño, yo me quedo en el placer de quererte.