lunes, abril 29

Inhibido


Él la busca en las alturas, no le teme a los tejados,
quiere estar embelesado con los dedos del festejo
en un corazón flechado.

Ella busca entre la niebla, desdeñando los cortejos,
hoy sus ojos son reflejos de sentidos complicados
que se vuelven en consejos.

Ella no habla de destinos, no se enreda en desenredos,
no enmaraña entre sus hilos a la búsqueda de esbozos
al placer de los espinos.

Él no para de bailar, solo verla es sustantivo,
busca asilo en su mirada, en los arcos de sus ojos
ese cielo tan prohibido.

Ella sueña seducida, Él le escribe una carta,
ambos se hacen una ofrenda pero nunca llega a casa, 
y no sale del buzón.

Sus miradas se han cruzado, pero todo anda torcido,
ambos laten con sus ojos un deseo galanteado
que dibuja un corazón.

Ella piensa y no sonríe, no se atreve a dar el paso,
Él no toma decisión, es un mar no navegado,
anda con el mar cortado como niño castigado
que se enrosca en un rincón.

Él ahora anda algo intranquilo, ya no sabe aterrizar,
ve sus ojos y aun respira es un nudo de silencios,
ambos vagan sin sentido, aún no es tarde para dar pasos.

Ella aún sueña seducida, Él le escribe otra carta,
aunque sea el más pequeño a los besos de un recuerdo
y de abrazo tan inmenso.

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