miércoles, mayo 26

Aire Fresco

Hay tan pocas cosas con sentido estos días. Quizá, pensándolo bien, deba decir que hay tantas cosas sin sentido en estos días. No tiene sentido esperar. Creo. No tiene sentido el espacio irregular entre mis dos pies cuando camino. El estira y afloja de los mismos pasos, los mismos días, por los mismos lugares. No tiene sentido el dolor. Creo. No tiene sentido la distancia que hay de mi cabeza al borde de mi cama mientras me siento a mirar la tele. No creo. No tiene sentido el ritmo que intento evocar en estas palabras, la suciedad de mis ojos, el grito desesperado en mis libros encarcelados en el cuarto. No tiene sentido, incluso, la fe. Ni los viajes. Ni los roces. Ni una escalera al cielo, extrañado. No tiene sentido tanto para no poderlo compartir. No tiene sentido el tiempo, ni existir. Bueno, quizá exagero, como siempre, existir tiene un tanto, un poco, algo de sentido.

Bolita rosada, tranquila ya veras que pronto todo estará bien "las personas vienen y van los verdaderos amigos se quedan para siempre"

domingo, mayo 23

Balance

No basta enredarse con las letras para destripar estas ideas torpes, hay que hacer más, como volar.
Así de cursis, ¿volar?...
Volar a ras de cielo, ¿por qué no?, volarse las manos y volar los espejos en mil pedazos, volar como quien huye de la peor de las pesadillas y llevarse la casa en las alas, el baño, el lavamanos, el piso y el pasadizo, los ojos de los vecinos, la muralla de ladrillo, las plantas y los jefes, los papeles, las firmas, las listas largas e interminables, hay que hacer de todo para que llegue el día de hacernos el amor, con todo y celos, sal y azúcar para volvernos rock, gitanos, bosque, bugambilias que sueñan con ser bonsai,caricaturas de esas no aptas para niños que se tumben al sillón y aprendan a soñar al ritmo de tus caderas, miénteme todo lo que necesites para saberte colgada de mi pecho, de mi lengua, de las voces que gritan al otro lado del teléfono, de los aullidos en pasillos llenos de rencor, la muchedumbre corriendo al vacío, el estandarte atestado de nuestros peores sueños, la gripe, el robo de la luna, el evangelio de tu piel, el apocalipsis que dicta el reloj, no bastan las manos para vestirse de letrero del fin del mundo, te decía, bastan las voces, que no se mueran, las miradas al filo de la calle contigua, el bostezo del diablo, cuando sabe que le llegó la hora de despertar,

y dejarnos en paz, al fin.
Y morirnos en paz, al fin.

jueves, mayo 20

SeparaDos

Hallar la manera de escapar
reptar de tus piernas al sillón y verterme sobre el suelo rojizo
mirar al sol de imágenes coloridas y seguir el norte
descubrirme perdido en el desierto sólo para hallar un oasis de(sin) ti.
La luna atada al techo suspira soñando con el mar que se acumula en la tina
Los libros en las cajas de cartón gritan pidiendo libertad
Alzan bandera de negro y huelga
¡No más letras a los herejes!
No más espejos al amor y la vanidad.
Resbalo y soy un ratón cíclope parpadeante
congelado ante la caja blanca y herido en sus ríos de sal
alzo el vuelo, avión de papel recorriendo la sala
y yo que me exilié tan lejos de tus piernas,
reclamo el trono cayendo en picada desde un foco vengador
en caída libre a tu ombligo, escondite de azúcar
trinchera perfecta para(no) volver a atacar
al haz de luces que se esconde en tus labios color marrón.

domingo, mayo 16

Fushisho

Sucede que ni las alas, ni los besos, ni bajar por la escalera son sucesos que se repitan fácilmente. Todos, son mágicos y azarosos sucesos, pequeñas fábulas dignas de contarse como inolvidables. Por ejemplo tus pies, la lluvia, un piquete de alacrán o morir de celos. El sudor que recorre la espalda en días calurosos como ayer, la sonata desafinada en el radio o el pequeño vértice de hojas que se forma por el inesperado viento que comienza a azotar la ciudad. Un vistazo a un bosque de columpios, tres orgasmos en viernes, una película donde todo sale mal y el moderno líquido que usamos para quitarnos las bacterias. Todo viene y se va, cursimente, arbitrariamente, inesperadamente, como un poema, un guiño, una luz roja o el grito de un niño ante la sorpresa que se le ha caído el pantalón.

lunes, mayo 10

PensanTe


Creo que en estos días de bacterias rojas, temblores y mareas amarillas,
hay que evitar a toda costa convertirse en una estadística.
Pero sencillamente, a veces vale más ser una de esas estadísticas de las que casi nadie quiere leer.
Hay que evitar, en todo caso, pintarse de colores,
sobre todo a rayas, sobre todo a rayas blanco y negro.
Preferible andar descalzo,
limarse los miedos,
mirar Dr. House o esperar que pasa con los que nada pasa de Lost.
Asomarse al facebook o twittear,
admirar los libros nuevos sabrosos en el librero de madera desabrido.
El rompecabezas,
la música de rock,
los estruendos de un gol de la selección peruana ganando el mundial en pantalla panorámica de veintisietemilpulgadas.
Las cosas no tan sencillas pues,
ni tan torpes como desaprender a andar por la calle,
llorar en horas de oficina,
poner papelitos en la taza del baño y sentarse a disfrutar la salida de políticos que se ahogan cayendo desde mi aflojerado culo.
Interpretaciones sencillas de la mala moral,
trova y rock pesado camino a casa.
Letras medio libres para aprender a escribir mejor,
olvidar a escribir y luego que alguien nos enseñe el camino a las magazines con un pie debajo de la vereda y otro por encima de los árboles.
Tanto sexo que siempre haga falta más.
Para ti y para mi los orgasmos,
paletas de sabores,
nieves de capuchino,
palomitas y refresco con chocolate de regalo,
habitas,
luces,
semanas,
más viernes,
menos lunes,
menos hijos de puta en el gobierno,
menos soledad para los que no saben que hacer con su tristeza
.

lunes, mayo 3

No sabes

Luego, me encuentro en el bolsillo del pantalón ciertos instantes de esos para voltear a ver el cielo, reír, suspirar, caminar.
Y salir rumbo al terminal de autobuses a comprar un boleto para buscarte en tu enorme ciudad.