jueves, noviembre 26

Bolimbo

Yo pensé que tú pensaste, que pensábamos pensar, que pensamos demasiado, lo que no había que pensar. Piénsalo... 

*Jagger en la Cocina
Pongo las ganas sobre la mesa,
la cena será sin cubiertos 

pues los amantes
deben comerse con la mano.
Solo tiempo para digerirnos,

la sal caerá con el sudor del movimiento.

De plato fuerte nos comeremos los miedos y la pena;
te ayudaré con esa ropa que llevas por guarnición...
pues como siempre va solo de adorno.
Nos amasaremos todo para saborearnos;
descubriendo a qué sabe cada bocado, cada rincón, cada pecado.


 Para el postre tus piernas cubiertas con mi piel cual chocolate;
cocinándonos a fuego lento...al vapor para no perder las propiedades.
Que se esponjen suaves los orgasmos cuidando que crezcan uniformes.
Precaución para no quemar solo las cortezas, que se cueza bien
todo por dentro... hasta que nos hierva el corazón.


*espero darte días buenos, regalarte un febrero

y cuando estés en peligro y digas “ahora quien podrá ayudarme” yo estaré ahí.


miércoles, noviembre 18

La artiSta

A simple vista uno diría que no pasa nada. Es más, podría uno fijarse muy bien y pensar de todos modos que no pasa nada. Lo cierto es que detrás de esa cara de control total, de las facciones como talladas en la misma piedra que pisa, de la mirada fría, de su total indiferencia, detrás de todo eso esa mujer está enamorada. Enamorada de ti, para ser más exactos. Que le acabes de decir que no la volverás a ver, que te hayas dado la vuelta en el justo instante de acabar esa frase, no ha cambiado nada, ella te dio su corazón un día sin que tú siquiera se lo pidieras y ahora te jodes, cargarás con eso hasta el fin de los tiempos… o hasta que se le pase, que cierto es que puede ser en cualquier momento a partir de ahora. Pero en ese momento, cuando tú te das la vuelta pensando en lo que sea que sigue, esa mujer sólo piensa una cosa “ni madres que no te vuelvo a ver”.

Habrías tenido que aclarar que nunca fue tu intención, que algo se mal entendió en el camino, pero es tarde. De ahora en adelante su blog será un cúmulo de reclamos donde tu nombre será disminuido a una letra, a un color específico del que nunca te sentiste ni remotamente poseedor, a un apodo del que “sólo sus amigas más cercanas” entenderán la referencia, o a algún adjetivo descalificativo del que todos tendrán claro el destinatario. Y es que así es ella, ella bloggea. Ahí la encontraste, dando click al next. Después de cientos de blogs de mujeres amantes de las estrellas, con fijaciones extrañas con la luna y/o los gatos, con intentos de suicidio perfectamente publicitados, mujeres que esperaban con ansia la llegada de su príncipe azul (aunque se decían desencantadas de la vida y los hombres), después de cientos así apareció ella. Ella la única, la aunténtica, la Artista, la que cantatocabailapintafotografía lo que sea en su entorno y lo hace Arte.

“Soy yo, con todo lo que eso implica…” parte de su biografía, reducida al máximo para no distraer de su Arte. ¡Y tú claro que querías saber todo lo que eso implicaba! Tenías que averiguar y la agregaste: pláticas snobs sobre cine de arte, comentarios medio cultos, proposiciones medio ocultas, a fin de cuentas de un “no” no pasaría. Y se vieron, y fue bueno. Y la quisiste besar y fue malo. Sólo después de una plática altamente feminista donde te explicó a detalle el por qué la iniciativa tenía que cambiar de sujeto, de cómo el beso es un compromiso, algo mucho más íntimo que el sexo, que en un beso caben todas las palabras, que hay besos que curan y besos que matan, que te explicó a detalle todos sus ideales (tomados en su mayoría de canciones) y que más que incomodarte te aburrió, te besó… y fue bueno. Y las cosas no podían ser tan malas si había besos y en verdad se parecía a su foto.

Pero de pronto le salió lo Artista. Es incómodo estar con una Artista, lo descubriste después de sus primeros bocetos. No le puedes decir a alguien que no le ves mucho futuro cuando aún están desnudos en un hotel del que no sabes bien salir. Después vinieron las fotografías… planas, sin gracia. Los poemas cada día más intensos y sin sentido, más que poemas eran malabares ortográficos, una mezcla pasada de cutups con canciones “con mensaje”. Las cartas increíblemente cursis. Y es que ella es así, no le apura mostrarse tímida, ella es una niña que quiere ser feliz y reir y jugar en el parque temático que es su vida.

Y después de lo Artista le salió lo bipolar. Y después lo suicida. Y después, horror de los horrores, lo enamorada. Y ahí sí, ni bloquearla, ni borrarla, ni colgarle, ni dejar sus mensajes sin respuesta. Por eso decidiste encararla, decírselo de frente, esperando que ese frankestein de Amélie y La Maga con el que habías venido saliendo entendiera que no eres Nino Quincampoix ni mucho menos Oliveira. Por eso ahora caminas de prisa como huyendo de esa mirada, como queriéndote convencer de que en realidad no pasó nada. Y es que cien veces has sido tú el notificado, cien veces el que se enamora, cien veces el de los poemas… pero tan sólo diez veces, cuando mucho, has sido el de la mirada pétrea. Por lo general en esa situación no hallas ni el ánimo suficiente para mirar a los ojos. Más tarde te aclaras, en privado, que no era para tanto, que no fue más que esa foto de perfil lo que te atrapó… y lo bloggeas.

jueves, agosto 20

Lentes


A veces miento,
la leo en palabras que hacen llorar mis ojos,
y vuelvo a decirle que la quiero,
luego acaricio su imagen,
y me como su foto fija virtual y fría,
y vuelvo a decirle que no la puedo dejar de querer,
a veces me enojo y juro irme para siempre,
pero vuelvo siempre con los mismos pasos,
la sé lejos y me sabe cerca pero rondando,
vuelve siempre a correrme con palabras secas,
y sin darse cuenta,
y sin darme cuenta,
ya me dolió y me fui,
me voy en espirales y agonía,
rascándome las ganas y odiando su humedad,
tiro dos o tres recuerdos en el camino,
me veo al espejo,
y juro que esta vez no voy a regresar,
esta vez me duele más,
esta vez sí la he dejado de amar,
esta vez la odio,
nunca la quiero ver más...

Pero insisto, a veces miento,
me hace falta verla caminar… la eXtraño

domingo, julio 26

Babas y Marraquetas

Yo no sé si el futuro se alcance como se ve
yo no sé si las cosas vuelven a su punto de origen
yo no sé cuántos siglos pasaron,
cuántas vidas te anduve buscando
antes de ver el mundo como es.

Que dirán los Arcángeles cuando te dejen venir
que dirá la mañana si llega y estas a mi lado,
que hare si un día no regresas
como voy a decir que es mentira,
que marte es un comenta
y nunca un mundo alcanza.

Como voy a pagarle a la vida tenerte hoy aquí
como van a creer nuestros nietos que esto pasara,
como vas a salirte de ésta, si te di todo lo que soy
y vivo para amarte, que vas hacer con este amor.

Está faltando espacio a la noche hoy que viene
se están prendiendo todas las estrellas,
estoy jurándome nunca volver
estoy pidiendo al cielo que te diga de este miedo
de estar vivo y no besarte,
que pasarán mil años en tu espera.

No sé si son tus miles de manías o tus labios
no sé si son tus piernas o esa blusa
pero mi piel ya se volvió de ti
mi sombra va detrás de donde estés.

miércoles, julio 1

Sigue

La vida sigue.
Es eso que te enchina la piel
lo que te mata y lo que llena de tristeza al color morado.
Es –como si necesitara decirlo- la cadencia de tus pasos
la tarde detenida de tus manos sobre mí
el instante, petrificado, en que tu aliento me llenó de caricias
rock & roll bailando por mi piel
antes de que la noche se largara tan lejos
y nos quedara el día
que es lo que le sigue al segundero y sus interminables  sesenta segundos.

Pero no es poesía.

domingo, mayo 10

Se me quedó la duda

Escribir es como respirar. Miento. Es casi como respirar. Es lo mismo pero más lento. Es ver la vida a modo de cámara lenta. Si dejas de escribir, te mueres. Eventualmente. Por supuesto eso no ocurre para todo mundo. Le sucede a quienes deciden que su vida debe llenarse de libros y de letras. De letras propias. Que no signifiquen nada para nadie o que de vez en cuando signifiquen un poco a un despistado lector. Despistado con la suerte suficiente de encontrarse con algunas letras perdidas. Eso es todo. Escribir una y otra vez para volverse fuerte: para no morir. Para recuperar la locura. Que de eso se trata. Volver al estado natural. Locos. Llenos de libros. Llenos de letras.

sábado, abril 4

Abril

Prometo encender en tu día especial una vela
y soplarla por ti... prometo no olvidarlo nunca

jueves, febrero 26

Permitido


Tengo inmensas ganas de robarte un sueño,
hacerlo mío, y esconderlo debajo de mi cama.
No dejar que nadie lo encuentre, por supuesto menos tú,
mantenerlo debajo sin que vea la luz,
romperle una pierna para que no se escape,
taparle los ojos y decirle que nunca lo dejaré ir…

Verlo desaparecer ante mis ojos,
y salvarle la vida justo antes de despertar,
justo antes de dejar de ser, probarlo, tentarlo,
forrarlo de mis lágrimas, llevarle de comer uno que otro susto,
y luego abrirle la puerta del cuarto haciéndole creer que puede irse…

Luego gritarle al oído en la madrugada,
despertarlo, abrirle el pecho y robarle el alma,
comer su corazón, alzar la vista y ver la mañana,
descalzo, con sangre de sueño, sin hambre,
y creyéndome capaz de amar.

domingo, febrero 22

Borrador

Domingo, de tarde, casi noche, asomando a la ventana como quien espera a nadie, pero volteo a la esquina por donde vienen los coches, haciendo cara de “ya es tarde”, quizá no vaya a venir, así la gente que pasa voltea, ve mi actuación del día, y sigue con la cabeza sumida en su propia rutina, en su propio quizás...

Luego vuelvo a ver la foto que tengo siempre cerca, donde estamos tú y yo, la misma foto que día a día va significando menos así a lo lejos, encima de mis libros, parece que el marco de flores que hizo el viento le seca, nos quita la imagen, nos devuelve la vida, o al menos a mí, me basta verla para no pensar más en ti, para volverme al espejo y verme igual que siempre, atravesado por sudor, por ganas, por deseos que tiro al suelo a que se echen a perder. 

Quiero hacerme creer que tengo las mismas ganas de escribir que hace un año, mentira, tengo más, pero me cuelgan menos letras, me quedan menos lugares y más saliva para inventarme viajes y fortunas, desequilibrios propios de mi encierro, locuras, disparates pintados de rojo, como alas de mariposa rodeada de luz, inalcanzable. 

Por más fuerte que muerdo tu imagen en la almohada siempre se me pierde, siempre cae atrás de la cama y me despierto jalando un zapato que hace meses perdí, y que mañana volveré a aventar con odio, al fondo de todas las cosas que guardo ahí debajo, el polvo, mi alma, mis manos, mis pies, mis sueños.