domingo, mayo 10
Se me quedó la duda
Escribir es como respirar. Miento. Es casi como respirar. Es lo mismo
pero más lento. Es ver la vida a modo de cámara lenta. Si dejas de
escribir, te mueres. Eventualmente. Por supuesto eso no ocurre para todo
mundo. Le sucede a quienes deciden que su vida debe llenarse de libros y
de letras. De letras propias. Que no signifiquen nada para nadie o que
de vez en cuando signifiquen un poco a un despistado lector. Despistado
con la suerte suficiente de encontrarse con algunas letras perdidas. Eso
es todo. Escribir una y otra vez para volverse fuerte: para no morir.
Para recuperar la locura. Que de eso se trata. Volver al estado natural.
Locos. Llenos de libros. Llenos de letras.
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