R-evolución

Insolente,
letra loca,
letra atrevida,
ha resbalado por casualidad y amaneció en la página incorrecta,
letra absurda,
tres veces ya no es casualidad,
la he visto brincoteando en consonantes que se quejan de mala manera,
he visto vocales que le malmiran al pasar,
y frases enteras fraguando su rápida muerte,
letra necia,
letra infantil,
su palabra ya no vale nada,
letra bribona,
ha dejado dicho que volvería antes de aquella vocal,
letra mentirosa,
el índice ha organizado una búsqueda entera por los tres primeros capítulos, inconcebible que esté oculta en el cuarto (es el mero final),
letra grosera,
son tres los días que no le hallan,
letra perdida,
el libro se muere,
letra maldita,
ahora nos falta para empezar.

Dooors

¿Cuánto más tengo que perder, antes de ser perdonado?
Siempre estoy buscando tu silueta en algún lugar
en la ventanas a lo largo del sendero,
al cruzar la calle, en medio de mis sueños.
Siempre estoy buscando fragmentos tuyos en algún lado
en los paraderos de los buses, en los puestos de periódicos.
Siempre termino buscando tu sonrisa, a que aparezcas en algún lado
en el cruce de los semáforos, en la gente que no conozco.
Aunque soy consciente de que no tienes por qué estar aquí.

Si solo quisiera evitar la soledad estaría bien con cualquiera
pero no puedo mentirme a mí mismo.
Si mi deseo se hiciera realidad, estaría enseguida a tu lado
no habría nada que no pudiera hacer, lo pondría todo en juego
y te abrazaría fuertemente.
Si un milagro sucediera aquí, quisiera mostrarte
el Yo de un nuevo mañana…
y decir las palabras que nunca te dije.

Algo

Desperté y te seguía soñando,
volando envuelta en mis poemas,
amarrada por mi librito azul y vestida de las hojas de papel con mi mala letra,
viviendo en mi cajón de sueños,
en mi cuarto chiquito con olor a café,
colgando de la ventana sin cortinas donde coqueteo con la luna (tu espejo),
y sujeta al cielo donde dibujas tus sueños, cada una de tus noches...

Estos y tantos sueños son tuyos, las ideas, los papelitos, mis poemas cursis,
mis cuentos sin final, mis locuras de noche, mis palabras, mi vida aburrida,
este sueño roto, estos planes partidos,
este corazón escurrido y estas nuestras almas ligadas por andar imaginando tantos sueños...

Desperté sin ti, pero tocando tu cara, besando tu pelo,
y con la certeza que nadie podría regalarte algo similar,
que nadie podría robarse el sueño que acababa de tener,
y que escondía fuerte bajo mi almohada,
para dártelo en estas cursis letras de hoy.

Loco

Si algún día pudiera un loco besar una estrella,
el cielo se pintaría de azul,
de verde, de naranja,
se llenaría de diamantes,
se caería la noche sobre el sol,...

Y lloverían estrellas en busca de más locos que las besen,
y llorarían soles, y lunas, y cielos, y mares, y almas, y planetas...

Si tuviera el placer de besarte,
alguna vez,
me volvería loco, y tu, estrella,
en la noche,
por siempre...

Si la luna se cae de pronto,
los mares se volverían cristales,
lloraríamos lágrimas de plata,
de oro, de sol...

Si algún día pudiera tocar un ángel,
y el cielo se pintara de azul,
seríamos dos locos escondidos,
huiríamos juntos,
comeríamos nubes de algodón,
robaríamos locuras, esconderíamos la luz...

Si algún día pudiera un loco besar una estrella,
el cielo se pintaría de esmeralda, de rubí,
sería color violeta,
y lloverían estrellas en busca de más locos que las besen,
y llorarían soles, y lunas, y cielos,
y mares, y almas, y planetas...

Cansado

Aunque me he cansado de creer en la gente, de vez en cuando disfruto su sonrisa. El asunto del amor, de la magia y de las coincidencias me harta más que un dolor de muelas, me desvela emociones, me cansa, y todo acaba en un nuevo día de hipocresías y falsos sentimientos. ¿En realidad es posible caerse así de cada ilusión? Lo superficial del príncipe siempre acabará superando a los sentimientos ridículos del ogro, siempre, y la vida no será nunca un cuento de hadas, bueno, al menos que sea un cuento un tanto oscuro, lleno de soledades, miserias, donde los personajes amados del rol principal empiecen a tratarlo con desdén, a causas inequívocas de absurdos malentendidos, entonces, quizá, la vida empiece a mezclarse con la ficción, y el príncipe acabe perdiendo la máscara, y el ogro sea amado, y los poetas cursis dejen de ser egoístas con la gente que aman tanto. No, borrón y cuenta nueva, como la película, caigamos en un hoyo, en la playa de la isla, que nos lleve a un punto mucho más alegre de la historia... Aunque me he cansado de creer en la gente, de vez en cuando disfruto su sonrisa.