jueves, marzo 26

SobRe la MesA

Me muero de ganas, por tener algo que ver contigo, me muero de ganas, por decirte cosas al oído, por tocarte y morderte los pies, por besarte en el ombligo me muero de ganas, Por sentir tu cuerpo junto al mío, me matan las ganas, por vivir y por morir contigo en donde los sueños no tengan final, en donde la luna nos pueda tocar, en donde no exista ni un golpe de vista, que araña la libertad piérdete conmigo, que te llevare amor mío, más allá de lo debido, donde nada es igual, donde esta lo desconocido piérdete conmigo, que te enseñare amor mío, un manual de lo prohibido, un amor sin final, el amor que siempre has querido me muero de ganas, Por tener mucho que ver contigo, Me matan las ganas, Por que vengas a vivir conmigo.

domingo, marzo 22

MuJer eXtraÑa


Esta mujer tiene un gusto variado, tres días seguidos le gustan las películas clásicas, y al cuarto le gusta el queso de cabra. Pasa horas enteras frente a los zapatos y decide de último momento llegar a nado hasta la cocina. Cambia de ropa, y una vez con el traje de baño puesto, se tira al sol lamentándose por no tener a la mano un destornillador para mover un poco esa nube que no se decide a ocultar ese resplandor tan molesto.
A veces, cuando la sonrisa le inunda la cara, se puede apreciar que en realidad nos está tomando el pelo, y que sabe a ciencia cierta que todo su andar de jirafa cansada no es más que un disfraz para ocultar que a la vez es un pozo de agua y una niña traviesa.
Prepara con cuidado la ropa y la comida, y con un desparpajo mundano nos anuncia que ese día odia la cebolla cruda y que las canciones rancheras que buscó por meses y finalmente compró en rebaja, en realidad no le gustaban. Esta mujer me regala un shampoo que no le convenció y un beso en la mejilla, desprendiéndose de corazón de ambas cosas. Está segura de que quedarán en buenas manos.
No soporta su segundo nombre, no usa su segundo apellido. Corre detrás de Draco (la mascota de la familia) mientras le habla y le grita como a una niño. Nadie sabe si realmente entiende el tal Draco, pero sabemos que agradece el trato porque, en época de frío, sube al sillón y le cubre las rodillas.
Esta mujer centra su atención en el día a día. Enseñaba a leer y a escribir en una escuela. Hace tiempo que sus semillas dieron frutos y el pensar que existen esos frutos, ciertas tardes, le produce alegría. A mí me dio la vida, varias cajas de gises de colores, juguetes, coartadas, monedas por debajo de la mesa, permisos que no me merecía. Mis primeras rimas nacieron bajo su influencia. Mis primeros pasos fueron, y serán siempre, hacia ella.
Esta mujer tiene un gusto variado, tres días seguidos por cualquier cosa me quiere matar, pero al cuarto se le olvida.

lunes, marzo 16

QueDatE Aqui


Quédate aquí un rato más quizás a sonreír
quédate aquí solo espera la mañana no me dejes insistir
si quieres mañana déjame dormir acompañado del sol
si quieres mañana puedes bien partir con el viento a tu favor mas por hoy que mas da, si te vas ¿a donde iras?
quédate aquí no pido más que dormir en tu abrazo
quédate aquí de caricias y ternura y dame del cielo un pedazo que la vida se nos va en tantas pequeñeces
y no quiero perderte hoy

O si quieres mañana despertemos con un beso
No quiero no quiero perderte hoy

en el fonfo


Recuerdo perfectamente la tarde en que nos dejamos las cosas que nos dijimos el “nunca” que nos juramos recuerdo aquel viento fuerte la calle llena de hojas volando y nuestros pasos alejándose lentamente y para siempre por que así quisimos por que así acordamos
Y en el fondo yo podía ver que tus ojos me rogaban que regresen el fondo tú querías perdonarme y en el fondo yo quería decirlo que tú querías escuchar de mí y no lo hice por cobarde
En el fondo yo moría por quedarme, ayer después de tantos años te vi en un banco de un parque te dije hola y me senté a tu lado tu estabas sola y esperando a alguien hablamos de muchas cosas no se asomaron sombras del pasado pero se hizo tarde llego por ti y al despedirnos me miraste con esos mismos ojos cuando empezaba a alejarme y en el fondo yo podía ver que tus ojos me rogaban que regrese en el fondo tú querías perdonarme y en el fondo yo quería decir lo que tú querías escuchar de mí Y no lo hice por cobarde en el fondo yo moría por quedarme