martes, agosto 29

Soñando

Ella amenaza con muchos abrazos y luego se ríe; la imagino recargada con el codo en el escritorio mirando la pantalla de luz y con una risa de esas que no puedes evitar, con el pelo de colores y las manos de hada recorre el teclado y dibuja palabras de tranquilidad, de paz, y de quien sabe que, ya no come sola ni recorre sola el camino a casa, en alguna parte del pensamiento es acechada por la distancia y por el quizás de un nuevo día, pero no, sola no. Yo me acurruco para dormir y escapar del frío de las últimas noches, los días de melancolía siguen naciendo cuando se les hincha su gana y tal como dicta el horóscopo suelo deprimirme como digno capricornio de un segundo a otro, luego cambio de vista y los panoramas distintos alardean felicidad, las voces en el radio y el buenas noches reconfortan, estoy lleno y estoy sudando alegrías, quiero regalarlas y no ser el grinch que suele amanecer con el brazo derecho dormido y la baba seca en el cachete que se dispone a llegar a mirar la entrada al trabajo. Voy a dormir, voy a soñar, voy a espantar los malos sueños al menos por esta noche, voy a soñar que ando cerca de un río, y que no hay donde poner la cámara y entonces ella ríe al verme batallar, luego, nos burlamos al sacar la foto nosotros mismos porque nadie ha querido pasar por ahí para ayudar, voy a robarme ese momento para soñarlo y descansar como si hubiera sido yo, como si hubiera sido ella, como si todo fuera distinto, como si no fuera un capricornio, como si no quisiera empezar a caminar.

jueves, agosto 24

¿Conoces esta historia?...

Es sobre un chico indeciso cuando hay futuros por delante, todos igual de posibles, pero por algún motivo este chico desarrolló el terrible hábito de no saber por cual lado de la cama levantarse. Todas sus mañanas son iguales, suena la alarma a las 5:45 AM y empieza a divagar, su cama se encuentra a la mitad de la habitación y ha escuchado que es de mala suerte levantarse por el lado izquierdo, no es una persona supersticiosa, dejarse llevar por ese tipo de cosas nada mas hará orillarse a una vida de miedos y reglas arbitrarias, pero no pierde nada por respetar aquellos lineamientos divinos solo por si acaso, pues también puede simplemente no jugarse a la suerte y descubrir que todo aquello del reino místico es verdad.

Y así pasa como mínimo treinta minutos todos los días, los argumentos se repiten encuentra respuestas nuevas y hasta termina por brincar por el pie de la cama con tal de no tomar una decisión. Un día, por accidente, se levanta sin cuestionarse nada, se baña primero que su hermano, desayuna huevos revueltos y avena calientita, se va temprano a esperar el transporte, consigue un lugar bueno cerca de la salida, pero no tanto para poder ir solo el resto del viaje, unas dos paradas más adelante se sube una niña tan bonita que lo dejaría tartamudeando; intentó hablarle de alguna manera pero sin un tema de conversación se desanimaba en el momento, para su suerte el destino decidió mancharla a ella un poco el mentón con chocolate, el niño le hizo una seña para que se acercara y ella se sentó a su lado, cuando le contó se puso colorada colorada de la vergüenza rápido saco un pequeño espejito y se limpió con una toalla; el resto del viaje se la pasaron platicando llegaron a la escuela se prometieron ver en el receso, compartieron almuerzo y se dieron un beso indirecto probando del jugo del otro.

Al final del día quedaron en ir juntos en el transporte a la escuela a la mañana siguiente, pero no se volvieron a ver jamás. El niño regresó a su horrible hábito no se bañó y calentó el desayuno en el microondas; como todos los días llegaba tarde a la escuela y le quitaban el receso por eso, en sus nuevas divagaciones de la mañana aquella niña que conoció lo llenaba de motivos para salir pronto de la cama, pero también de contradicciones.

jueves, agosto 17

Encerrado

Me quedo descalzo a mitad del cuarto color azul, pensando en perderme para siempre en la distancia, ser una crayola que dibuje un camino instantáneo como en las caricaturas (creador de caminos marca ACME) y recorrerlo en instantes para abalanzarme a besos sobre ti. Te recuerdo, en noches como esta, acaricio la imagen de la luna, en el espejo, que hoy se pinta de amarillo y se peina extravagante de rayos con sonido de mar, allá arriba donde todo está tan quieto como mis ojos, expectantes, un tanto divagando como queriendo pretender que les crecen alas, para mirarte más de cerca, y todo eso, ya sabes, en el delirio de extrañar así.

martes, agosto 15

Mirar al frente...

Esto de cruzar los brazos, mirar al frente y suspirar frente a un pálido monitor, no es cuestión de todos los días. Pero de unas lunas para acá, tú estás del otro lado de la ventanita que parpadea, y hay momentos, como ahora, que alcanzo a sentir tus dedos enredándose a los míos, siento lo tibio de tus labios caminando por mi cuello y comparto el ardor que sientes en el pecho porqué de pronto tengo que decir tu nombre en voz alta para dejarte de extrañar. El estómago sigue un poco ocupado de tantas espirales de caricias que lo vuelven huracán, y yo, de brazos cruzados y manos temblorosas, cierro los ojos otra vez y me desayuno la mañana, para que el tiempo se vaya rápido y no sean estas ganas las que tenga encima de mi, sino tu rostro, mirándome, diciéndome: ya ves amor, te dije que era real....

miércoles, agosto 2

Formas de decir...

Yo no me comprometo a ser caballero de brillante armadura, espada invencible y cabello largo al hombro con el coraje de 100 ejércitos, ojos de cielo y alas extensas para llevarte a volar por el mundo, vencedor de mil demonios y trovador con voz de ángel. Pero prometo dejarte una notita en tu almohada todos los días, y vas a ver cuantas formas tengo de decir te quiero.