sábado, octubre 24

Reflexión suicida

Indudable el sentimiento de alzar el vuelo, casi instantáneo, a la orilla de esta mesa de madera y con los ojos clavados en el lazo amarrado a la viga, no sé si el nudo sea el adecuado y con mi salto consiga nada más romperme el cuello, que muerte menos diga debe ser, pero he descartado las demás opciones de suicidio, esta es la más barata, la de los coches y la carretera no era mala idea, pero ya empieza a anochecer, y no quisiera lanzarme ante el conductor equivocado, ah, claro, habría que escoger, no muy alto ni muy viejo, tampoco, una pobre señora que no lo pudiera superar, en fin, deseché la idea muy pronto, la idea de mi en pedazos rodando por la calle no me agrada, mejor así, aquí quieto y en lo oscuro, pateo la mesa a un lado como en la película aquella y dejo una frase que todos vayan a recordar, perdiendo el aire lentamente y quizá arrepintiéndome de la grandiosa decisión. Ya me empiezan a flaquear las piernas, el nudo listo, los pies en la orilla, uno ya en el aire y el otro listo para tambalear la mesa y caer, solo quiero dejar antes un recuerdo, una frase peculiar, siento que se me resbalan los pies, el nudo está creo demasiado apretado, lo quiero aflojarrr por qiue sientoo quer ya nop ppuedo ressepira, yya casdi n alcanso l rtecladfo i distingtho lko qwer ijnttegntto essscvribvir solo dire queueeei ...... . . .. .. ... .. . ..


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