primer intento...
En tus ojos soy eterno,
soy un reflejo de colores,
y ahí, encarcelado, espero el toque de tu alma,
y el brote de lluvia en forma de tu risa,
para acechar tu piel convertido en felicidad rodante,
por tu mejilla,
y sembrarme en cada uno de tus poros,
pero no caer hasta que tus dedos me agiten en el aire,
y el tiempo se detenga y sea un haz de silencio,
cayendo de espaldas al infinito de un bosque con árboles,
y flores del aroma de tu piel.
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