lunes, marzo 16

Lejos, cerca

Hace rato me venía acordando de ti, y le platiqué a mis ojos como te presumía aquella noche que te vi por primera vez y tú eras una estrella de mar, de esas que les brillan los ojos para guiar torpes viajeros como yo, directito a la torpeza de mirarte harto y verte relucirte con este sol apagado nublado helado, en esta tarde dispuesta para verte, y tú tan lejos dibujando nubes de algodón y poniéndolas a mojar al cielo; verte caminar bajo el sol, hacer enojar a la luna y convertir en berrinches al vientecillo que nos aqueja, y ni quien te diga nada; y ahí vas, con tus pasos despacitos que se llevan mis oídos al cerca de imaginarte aquí. Como en foto. Borrosa la foto pero el momento agarrado y sin escape para siempre, abrazos entrelazos de utopías dispares pero brillosas igual, risas igual, tristeza acompañada que quiere ser tuya y nomás, nomás no se cae del árbol para que te la lleves para el camino; ya será de día, ya le platicaré a mis venas del calor que siente el corazón por ti, y a mis sueños, les dejo tus manos, para que se tejan una casita con duendes de colores, que se sepan mil cuentos, y mil abrazos de tu espalda, para no dejar de extrañarte más nunca, nunca más, como hoy. 


(Día 1 de cuarentena Coronavirus COVID-19)

1 comentario:

Petronila dijo...

Que bonito, muy afortunada esa estrella. Que no pierdas nunca inspiración!

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