Hace rato me venía
acordando de ti, y le platiqué a mis ojos como te presumía aquella noche que te
vi por primera vez y tú eras una estrella de mar, de esas que les brillan los ojos
para guiar torpes viajeros como yo, directito a la torpeza de mirarte harto y
verte relucirte con este sol apagado nublado helado, en esta tarde dispuesta
para verte, y tú tan lejos dibujando nubes de algodón y poniéndolas a mojar al
cielo; verte caminar bajo el sol, hacer enojar a la luna y convertir en
berrinches al vientecillo que nos aqueja, y ni quien te diga nada; y ahí vas,
con tus pasos despacitos que se llevan mis oídos al cerca de imaginarte aquí.
Como en foto. Borrosa la foto pero el momento agarrado y sin escape para
siempre, abrazos entrelazos de utopías dispares pero brillosas igual, risas
igual, tristeza acompañada que quiere ser tuya y nomás, nomás no se cae del
árbol para que te la lleves para el camino; ya será de día, ya le platicaré a
mis venas del calor que siente el corazón por ti, y a mis sueños, les dejo tus
manos, para que se tejan una casita con duendes de colores, que se sepan mil
cuentos, y mil abrazos de tu espalda, para no dejar de extrañarte más nunca,
nunca más, como hoy.
(Día 1 de cuarentena Coronavirus COVID-19)
1 comentario:
Que bonito, muy afortunada esa estrella. Que no pierdas nunca inspiración!
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