con un brillo extraño y medio indecente,
poniéndose de acuerdo con tus pies,
rogando por un beso tan tibio que les queme menos
que las ansias de ser medusas y hurgarle el fondo a la mar.
Tú dices que no y bostezas,
y mis sueños arando tu espalda gritan jodidamente que sí.
y mis sueños arando tu espalda gritan jodidamente que sí.
"ayer soñé que en tu interior había una ventana y entraba yo
era feliz, brillaba con tu luz..."
era feliz, brillaba con tu luz..."
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