...y es que el cuarto se ha
quedado a oscuras. Primero el olor a quemado y después esa ausencia que me
pesa, afuera la luz en el pasillo se pinta de verde, una esquina presagiando la
noche y la cama invisible en lo negro sirve de mesa a la ventana que se dispone
a cenar tristezas. Quise pensarte, imaginarte un rato como lo he hecho
costumbre, y ahí estabas como siempre, perfecta, lo chistoso es que no estaba
yo, no pude ver mi cara ni mis manos ni mi risa, no estoy, solo tus pasos
perfectos y a tu lado, no me logro imaginar, debe ser que es de noche y esta
terca depresión se ha instalado a acampar sobre mis hombros, no se ve nada, y
es que el cuarto se ha quedado a oscuras.
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