miércoles, enero 29

Cuento cursi de nubes y algodón

Se cruzaron las miradas y luego siguieron andando. Pasó un siglo antes que las dos nubes volvieran a pasar debajo del mismo cielo, y morada la tarde cruzaron los ojos otra vez. Ella se cubrió la sonrisa con una lluvia tenue, él supo que la había encontrado y desató una tormenta de azúcar contra la torpeza del mundo de los humanos, que alborotados salieron a danzarle a la noche pidiendo que la lluvia llegara al final. Las nubes se hallaron en playas descalzas y convertidas en rosa algodón, se comieron de ganas, se volvieron una sola nube de amor.

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