martes, enero 29

Como Lluvia de Verano

A través de la lluvia
Las calles habían sido el refugio menos sutil para aquella habladuría compuesta por cuentos de hadas, ahora se refugiaba debajo de aquellas hojas que holgazaneaban minutos antes de la llegada de la lluvia. Las calles tan grises como al final del tiempo, y la luna que jugueteaba por las azoteas de la ciudad encharcando con su plata los pies descalzos de los amores que se atrevían a besarse en los portales, en las escaleras, en las despedidas, en las tardes de sentir esos labios por un instante más antes de emprender el viaje hacia el final del arcoiris.
 

Lluvias en la puerta 
Vacía la espalda desnuda soporta lluvias anunciadas que se asoman a la ventana como buscando calor de hogar, pero ni la intención tengo de asomarme y dejarles ver que no tengo los ojos tristes esta tarde, es inútil que se detengan, así que siguen calle abajo, se enciman todas en el bosque y llenan de noche la luz, vienen a venderse las lluvias. Astutas lluvias, queriendo mojarlo todo, tocan a la puerta, se mueren de risa, y se van.

Mira... 
...que espero, con las nubes en los ojos, verte llegar con la luz,
...que llueve, en mis ojos y por mi espalda, anhelante lluvia de extrañar,
...que se fueron de parranda mis manos, con el cielo, confabulados para secuestrarte amor.

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