lunes, abril 30

Apagones


Antes que Chico Buarque acabara de cantar me enteré que la vida no es color de rosa, que mi espejo es transparente, que estoy enamorado de un absurdo, que al poeta que admiro le gusta escuchar mis historias y que en general soy una buena persona. 
Venía asimilando el resto de la noche y a menos de 3 horas de que amanezca decidí cambiar de espejo, de ideas y forma de escribir, luego desperté del parpadeo antes de chocar contra el muro de contención... pero nadie se dió cuenta, a lo mejor nomás lo soñé, porque la plática seguía como si nada, me mordí la lengua, probé mi sangre, pero llegué sano y salvo a mi rutina. 
Dormir, oír la lluvia en sueños, despertar, y seguir siendo el mismo pendejo de siempre. 
¿Mañana? Chance, chance.