viernes, septiembre 11

Sin Sentido

Mira que sinceramente hoy que llegando a casa no me encontre. Mi casa es mi cuarto, mi computadora, mis libros, el olor al perro (que tanto odian), las cucarachas que hasta nombre les he venido dando, mi escritorio regado, la colección de diccionarios, el recibo del teléfono que sigue llegando sin invitación, los discos apilados encima de esta máquina, el celular callado, el ratón sin cola pero con una luz roja prendida abajo, el calor tremendo de este cuarto, una araña desdentada que me mira con cara de ¿que haces tú allí?, los papeles de trabajos pendientes, el papel tapiz de un mundo lejano, un control remoto que no se para que sirve, las manos cansadas, los corajes reprimidos, el ruido de la tele, los audífonos nuevos, unos posters clavados, la caricatura donde no me parezco, la pared que se quiere desmayar, el techo que hace ruidos, el internet que no cortan, este teclado manchado, el estéreo que tire al piso, mi música, el coche chillando afuera, la camarita acostada tomando luz del foco cual turista en cañaveral, las camas rechinantes, la luz que parpadea por que dicen que hay huelga por allá, los cajones llenos de cosas que no uso, ni usaré, ni sabría usar, la ropa arrugada, los papeles apilándose para escapar de la caja de cartón, mis sueños imaginados esperando quien los lea, Cat Stevens hablando de amor, una lágrima salada, los pies ausentes, el cuerpo dolido, las fotos que me quedan, los recuerdos, todo esto es mi casa, pero no me encuentro, no me hallo, me pierdo entre tanta insignificancia, no tengo nada que hacer aquí, y sin embargo estoy aquí sentado moviendo los dedos, los dos dedos, o tres, por que creo que si acaso uso tres, no sé, el teclado no se queja de la ausencia de los otros, yo solo sigo buscándome, que curioso que si me hallo en internet, pongo mi nombre y aparezco, que chistoso, si llegara alguien también me hallaría aquí, digna pieza de museo de lo patético, revisando fotos viejas, como quien se mete a cada una y revive ese preciso instante, ha de ser por eso que no me encuentro en este revoltijo de cuarto/infierno, ha de ser que ando dando vueltas por las fotos, y ya no se que música me gusta, y ya no se como reaccionar cuando alguien pasa su lengua por mi cuello, solo respondo igual pero pensando que no me hallo, que me he perdido, en canciones, fotos, voces, últimamente me pierdo en casi todo, por fortuna, empiezo a perderme también a la hora de dormir, así, amanece y ya no soy, ya no me hallo, ya me fui, te llevaste todo, casi todo, carajo, ¿como me iba a encontrar? Si me traes colgado en un suspiro, en recuerdos, de lo que ya no somos, ni seré, ni serás, ni seremos y quisiera volver ser junto a ti.

¿A alguien le importa si lloro antes de dormir? Espero que no, tengo planeado hacerlo, si, justo cuando me pregunte a mi mismo: ¿estás llorando? me diré que no, es una basurita, me tallaré el ojo, voltearé la almohada llena de sudor, e intentaré buscarme en sueños, al cabo, ya sé que no me hallo.

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