jueves, febrero 20

Tiernamente triste

Demasiados textos sin sentido, sí, me doy cuenta de ello, de cómo me repito en mis laberintos, de cómo no me canso de mis absurdos y de cómo insisto en las ganas de conquistar cimas imposibles. Pero esto de no sentirte cerca, esta fragilidad de mis pasos, me vuelve un poco loco ¿sabes?, tiendo a platicar con cerillos apagados y de insinuármele a la mesa recitándole poemillas de amor, al cabo sé que no les entiende y sé que nunca me dirá que no. Esta tendencia de enamorarme de lo imposible me harta, me fastidia, pero me mata de realidad. Ella seguro amaneció queriéndolo más y recordándome menos, siempre me pasa, me descubro de mañana herido porque no viene, porque no me piensa, porque no me espera, porque va y se encuentra con su amor. Solito me mando al carajo y del carajo me regresan con etiqueta de ridículo. Escarabajo ridículo, cronopio sin suerte envidiando famas que le ganaron su lugar en algún avión al cariño, al que alguien te extrañe al menos, desde hoy seré ojo de hormiga, avestruz con la cabeza hundida en el planeta, me retiro de ser un chiste y un bufón con aires de juglar. Ya no tengo lugar ni en mis propias ganas. Esta fiesta no es para mi y este espejo está tan roto que mi imagen se ha perdido en mil escombros, en cien cachivaches desperdigados debajo de mi cama, en mis sueños rotos en una bolsa negra con destino a la salvación; este yo, se marcha al olvido de ser.

Hace tanto que te extraño, que siento que vuelvo a oír tu voz

No hay comentarios:

Publicar un comentario