lunes, marzo 4

Y que tal eres en la cocina

Debo reconocer 
que no soy bueno en la cocina pero...

Pongo las ganas sobre la mesa,
la cena será sin cubiertos
pues los amantes 
deben comerse con la mano. 
Solo tiempo para digerirnos, la sal caerá con el sudor del movimiento. 

De plato fuerte nos comeremos los miedos y la pena; 
te ayudaré con esa ropa que llevas por guarnición... 
pues como siempre va solo de adorno. 
Nos amasaremos todo para saborearnos; 
descubriendo a qué sabe cada bocado, cada rincón, cada pecado. 

Para el postre tus piernas cubiertas con mi piel cual chocolate; 
cocinándonos a fuego lento...al vapor para no perder las propiedades. 
Que se esponjen suaves las caricias cuidando que crezcan uniformes. 
Precaución para no quemar solo las cortezas, que se cueza bien 
todo por dentro... hasta que nos hierva el corazón.