Si pudieras asomarte: si esto de lo
que te hablo fuera algo material, tangible -por lo menos localizable-
no dudaría ni un segundo en abrirme el pecho, la espalda, el cuello y
decirte mira: esto es lo que pasa, esto es lo que siento, lo que sé, de
esto te estoy hablando.
En
cambio tengo que sentarme por horas a buscar una palabra que diga más
que todas, a ensayar los espacios y la puntuación que resulte clara. Entonces “amor”, “casualidad”, “destino” van perdiendo fuerza si
comparten oración con tu nombre o tu mirada. No existe una palabra lo
suficientemente bella para describir la Belleza. Así las cosas, resulta
que te me enredas.
Tendría que
hacerte escuchar algunas canciones, leerte las líneas que nos dedicaron
personas que no conocimos, llevarte a ese lugar donde la
luz, al rozarte, te bendice. Dejarnos atrapar por ciertas pinturas, por
ciertos colores. tendría que hacerte recordar de dónde venimos. Si
pudiera yo asomarme en ti, te sanaría. yo sé tu Nombre Verdadero, y
aunque tú lo hayas olvidado, todo tu cuerpo está gritando el mío.