viernes, marzo 22

Gurú

Me han recomendado que te deje volar.
Que en ningún caso pliegue mis alas y también lo haga.
Me imaginé que eras del viento,
yo me pregunto, si los dos lo somos,
hasta qué punto somos nuestros.
Si nos vemos en el aire, volemos juntos,
planeémos el horizonte siendo uno,
y cuando la línea del amanecer se disuelva,
perdámonos como un pequeño destello,
una joya en la arena, un tesoro escondido.
Te cuento que no puedo estar siempre volando,
preciso de ti en tu reposo calmo y del círculo de tus brazos,
de la casa de tu pecho templado en los días de lluvia.
Preciso de tu presencia inevitable, respirarte como sabes y del beso constante.
Serás tú el viento que mueve mis alas.
Me dijeron también que no nos dejemos escapar,
y lo inmenso de lo que nos pasa es que no somos prisioneros,
que podemos escapar y no queremos.
Será esa la clave del porvenir.