Noticia

Aunque esta noticia había llegado en realidad hace algunos días a nuestra recepción, los recientes acontecimientos habían opacado su importancia y le habían hundido en los cajones de noticias de última hora importantes pero casi irrelevantes.

¿Recuerda usted la controversia de los cuchillos, los dedos cortados y los artistas cortados en huelga? Pues bien, dicha protesta terminó abruptamente cuando alguien por descuido se cortó la palma de la mano a media noche, el desespero y el escándalo causado por el agraviado llevó a los policías circundantes a considerar tal acción como subversiva y los huelguistas fueron atacados con gases lacrimógenos y balas de hule. No se ha sabido más de ellos y aún no hay quien limpie en rastro de sangre frente al Palacio de Gobierno.

Testigos aseguran que los de verde y negro actuaron conforme a derecho, conforme a ley, y conforme su visión nocturna les permitió apalear a los manifestantes; un video aficionado muestra, sin embargo, imágenes escalofriantes de un cuchillo huyendo del lugar de los hechos enfundado en una gabardina negra, dando vuelta a la esquina del palacio y con una risilla siniestra.

Las teorías vuelan, sin embargo, se sabe que el caso célebre del cuchillo acusado de cortar a su dueña mientras esta lavaba los trastes, fue exonerado por completo de los cargos y liberado del cajón de máxima seguridad, esto a razón que la atacada diera a conocer a un diario que quien en realidad la cortó fue un vaso roto, cuyas causas se desconocen pero la oficina de Derechos de Objetos ha iniciado una investigación por el uso de fuerza excesiva y detergente de mala calidad. Les daremos a conocer cualquier detalle en el desarrollo de este drama en cuanto lleguen a nuestro conocimiento.

                                                                                                     
El Sindicato de cuchillos se ha amparado contra cualquier acción judicial, y se espera que los vasos de vidrio hagan lo mismo a la brevedad, este noticiero no descansará, y la polémica habrá de ser resuelta de una manera u otra, aunque, según obscuros presagios recaudados en nuestras encuestas, podríamos estar al borde una revolución de objetos de cocina... que Dios tenga piedad de nuestras almas...