domingo, diciembre 15

trastabilleo

Creo que siguen durando lo mismo. Las noches, digo. Aunque por momentos se me hacen tan eternas como el rato en que la jeringa del dentista se encaja y se retuerce en la encía con el vano intento de adormecerla; pero igual duele, igual se siente el manto frío de esta luna que camina despacito, siguiendo a la ciudad. Creo que se me han ido los días muy lentos y al mismo tiempo, tan rápido que no los he alcanzado a contar, de repente, como ahora, escribo sin una idea fija ni rumbo determinado, y me doy cuenta que trastabilleo entre historias que quisiera contar pero que se siguen dando tan fuertes que los guiones del mundo no alcanzarían para desglosarlas. En el índice, asomas tú andando descalza con ese vestido nuevo, modelando, dando la vuelta, y solo así es que callo los minutos, con tu imagen colgándose de mis ojos, imaginando al perrogato panzón roncando y cambiando de posición cuando no lo miras, es de noche y todos nos queremos ir a morir, para vivir mañana, cuando venga tu voz, a decirme que falta menos, para verte llegar.

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