martes, octubre 15

Guardia Nocturna

Las noches sin ti se parecen cada día más a la luna sin espacio.
Hoy otra vez amanecí sin ti,
hoy otra vez le pregunté a la almohada a donde te habías ido,
hoy otra vez el espejo me vio solo,
triste, espantado y más viejo.

La pantalla del televisor reflejó mi imagen vacía enfrente tomando café,
como muerto, como avión perdido en un mercado infinito,
como marea que ni sube ni baja,
como cielo sin estrellas en diciembre,
como río o espejismo que solo existió en un dibujo que hice de niño.

Las noches sin ti me tienen harto,
me están llenando de vacío,
me están quitando el sueño y lo están escondiendo detrás de una quimera,
detrás de ilusiones que se me pierden en este cuarto sin ti,
que se me escabullen y nadan fuerte,
para que no las vea más.

El piso del baño me dijo tres mentiras,
una que habías regresado,
que los cronopios de Cortázar estaban perdidos,
y otra que ya te dejara de querer,
pero ya lo conozco, ese viejo y mañoso piso de baño me mentía,
se reía con la luna otra vez,
pero de bar en bar ni los borrachos se esconden de su verdad.

Las noches sin ti me tienen harto,
me están llenando de vacío,
me están quitando el sueño y lo están escondiendo detrás de una quimera,
detrás de ilusiones que se me pierden en este cuarto sin ti,
detrás de ballenas azules que nadan más rápido que yo,
que se me escabullen y nadan fuerte,
para que no las vea más.

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