sábado, julio 6

Cursiva al viento…

De nuevo yo


Si supieras de las ganas de Besar tus pies, llevar mi sol por tu espalda y dibujar tus labios con mis dedos, para oírte gritar que me quieres, que me quisiste alguna vez; si supieras las ganas de besarte el alma, ser tu sudor y quitarte todos los miedos de encima, si supieras, te abrazarías a la noche igual que yo... te derretirías en mi boca de nuevo, me iría loco a buscarte al mar, de nuevo, yo. 


Lejos 

Y me despiertan tus labios, imaginados, tendidos a veinte centímetros de mis sueños, trazo despacio un beso para lanzarlo al vacío y se desparrame en ti, mientras tu ensueño te lleva lejos, para abrir los ojos frescos cuando mis labios caen cerquita de tu mejilla, y te vives en una montaña, y yo me duermo en el mar, lejos, pensando-te. 


Ventana

Yo creo que esta ventana donde te saludo cada mañana existe hace mucho tiempo atrás. Es mi vicio, mi cordura, mis ganas de volverme sueño y volar por ti. Es tu voz, tus manos, tus pechos dándole razón a este loco para existir. La ventana, el saludo, estas historias tercas en venirse tejiendo para nosotros, aún cuando no sabíamos que iniciaron desde antes y sin darnos aviso alguno. Aún cuando sabíamos que era inevitable amarnos a través de una ventana, cruzarla, enamorarnos, y por fin, vivir.

No hay comentarios:

Publicar un comentario