domingo, diciembre 9

Last night

Cuando el corazón se hincha, ya no sabe uno donde guardarse tanto sentimiento, todos los cables se cruzan y en alguna pequeña vena de nuestro interior hacen junta vecinal las ganas, las ansias, el extrañar, el amar, la decepción, la ilusión, los miedos, los traumas, los nervios, las sonrisas del alma y cierto par de besos que se colaron para dejar sabor a miel en las costuras de la piel. En la junta todo es risas y luego llantos, luego alguien se deprime y luego alguien estalla en un baile con un par de neuronas que se colaron a la reunión. Son tantas cosas batidas adentro que el cuerpo se mueve de manera extraña, todo sabe distinto y todas las dudas se vuelven una para no dejar dormir en paz. De mañana, la boca vuelve a esbozar sonrisas y las manos se vuelven a quejar de extrañar dedos ajenos y sudores de alguien más, los pies se mueven a donde el cerebro les dice pero esperan el descanso mientras que las piernas les chismean de ciertos mordizcos que planean recibir, la cadera sigue ansiosa y el alma sigue con sus miedos, el corazón, late más fuerte, convoca a más reuniones, y en cada latido anuncia que la reunión es de fiesta, y que hay que ir preparados con ropa para bailar.

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