domingo, febrero 12

Ella sigue siendo Luna

Recuerdo un beso, sincero y tibio, 
unas manos torpes y un sudor ensimismado,
estos pechos vendedores de suspiros,
dos espaldas ansiosas por cosquillear,
y un segundo beso, eterno, que hasta hoy, 
no quiero dejar de saborear.

No hay comentarios:

Publicar un comentario