domingo, diciembre 6

Terapia infinita

Mire usted, entiendo, ahora déjeme darle mi opinión doctor. Desde anoche tengo una lanza atravesada en el corazón, carajo, entienda, en el puto corazón. Y entiendo perfectamente las cien razones médicas y los diez espejos que atribuyen mi dolor al vacío y a la locura, yo tampoco entiendo que le pasa a mi reflejo, yo tampoco entiendo como no hay nada donde se supone que me duele hasta el alma, pero entonces, como explica la ausencia de la luna en mi ventana, en el cielo, y su repentina estancia en todos y cada uno de mis sueños. 
Ya le dije que odio las pastillas grises.

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