Si averiguo quién es la mujer de mis sueños todo será más sencillo. Anoche caminamos días, riendo y disfrutando el encuentro, hasta que la
perdí de vista. Hoy me preparo para alcanzarla: soñaré con la casa que
habita y un pretexto para llamarle... Que ironía amarnos de noche y odiarnos de día.
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