sábado, octubre 16

Sorpresa

Soy enemigo de los suspiros no entregados, por que se quedan en el pecho revoloteando, y se convierten en pequeñas mariposas amarillas que se aferran en salir volando por los ojos para ir a buscar tus caderas y verlas una vez más. Soy enemigo de los suspiros furtivos, que se escapan sin permiso y delatan las ganas de besar y de creer y de imaginar que incluso en estos tiempos, los amores imposibles se hallan a la vuelta de la esquina, de un cine, o de un chat. Soy enemigo de los suspiros a distancia, que ni se pueden enviar por paquetería y menos por email, y se queda uno imaginando el pequeño resoplar que causan en los labios, el bienestar en el pecho y los pequeños cometas cayendo como granizo en el cuarto, granizo de ansias, granizo de espera, granizo de anticipación a los besos que vienen luego del... ¡ahhhhhh!

1 comentario:

Anónimo dijo...

Si te creo... alguien sí que te hizo suspirar bien...

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