No siempre lo que ves en los ojos de alguien es amor... a veces es solo el eco de lo que tu corazón desesperadamente quiere sentir. Imagina estar sentado frente alguien especial, observando cada detalle de su mirada, cada gesto, te aferras a creer que sus pequeñas acciones son pruebas de un amor que esperas, pero con el tiempo te das cuenta de que el amor que percibías, nunca estuvo realmente ahí... no en ellos al menos, sino en ti.
Cuantas veces confundimos nuestra expectativa con la realidad, no es debilidad sentir pero es importante diferenciar entre el amor que ofrecemos y el amor que recibimos. Si alguna ves inventaste un amor, no te castigues por ello, agradece que tu capacidad de amar es tan grande, que incluso llenó los vacíos de lo que otro no pueden darte.
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