lunes, junio 13

Un simple y mortal

Con estas lluvias no me alcanzan
las lágrimas para llorar,
y por más que grito y grito, 
los truenos me gritan más.

¿Será que hoy si te extraño de verdad?
Hoy desperté con cierto sabor tuyo en mis labios,
¿Estuviste acá y ni siquiera me avisaste?
Debe ser, porque normalmente no destiendo tanto la cama,
tanto que la almohada está perdida y mi razón se fue,
lo chistoso de la lluvia es que yo vivo bajo techo,
pero eran gotas gordas y mojaban la ventana, al perro y a mí,
por eso estuve acordándome cuando tu risa me sostenía mis días,
por eso abrí los ojos grandes cuando desperté para buscarte,
por eso abrí las orejas para escuchar tus pies descalzos quejándose del frío,
pero creo que fue la lluvia la que vino y me movió el corazón,
o fue un sueño de aquellos de antes, de aquellos de descontrolarse sin control,
¿Será que no hubo lluvia y el huracán de la tele no ha pasado por acá?
No hay de otra, hay que arreglar esa cama,
con suerte, mañana despiertas a mi lado,
con suerte, mañana llueve para todos, gotas gordas,
gotas grandes, agua de ti.

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