domingo, julio 25

Astrión

Debo quedarme acá, sin ti,
y mientras relamo mis heridas,
asomo a la ventana suroeste del laberinto buscando algún dejo de ti.
Ya que te has ido,
me desvanezco en sombras,
arranco tu nombre de cada pared,
pero son miles,
desvelo a la noche odiándote,
odiándonos,
percibo el día de tu regreso,
el viento,
tu sangre congelada,
y sospecho el día de mi muerte,
mi muerte real,
no tan dolosa como esta que ahora me mata,
me vuelve indeseable, translúcido,
y me grita al oído que todo fue un sueño:
Ariadna nunca fue tuya Asterión.
Día gris en la oficina, rectángulos y notas a pie de página,
sonidos de calle, sirenas, patrullas,
Teseo andando despacio,
entrando al edificio de la calle de Creta,
pisando seguro el primer escalón.

* Algo desganado con una extraña sensación en mi pecho, sera algún recuerdo ya vivido creo que me acostumbre a sus ojos y sus diferentes formas de hacerme reír y voltear la mirada escapando de su belleza *

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Y; por que escapar? hay bellezas fatales, esta lo es?

Juanito dijo...

mmm podría decir que si, me perdería en el mar de sus ojos de color oscuro y creo que todo es parte de mi imaginación

Anónimo dijo...

Realmente malvada entonces...

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