jueves, abril 10

Todo

Y ya lo ves, la muerte, la desilusión de las estrellas.
Todo aquello que brillaba y fue, aun la noche y los mares, los foros con luces enormes y las barrancas llenas de recuerdos, aún, nuestros amores, las cosquillas y los refrescos enlatados, la discordia, la dicha, los enojos y las personas muertas de celos muertas en alguna banqueta, el odio, si, la buena suerte y los casinos llenos de enamorados, las habitaciones de hotel, los quisquillosos cadeneros en los bares, el sudor, las lagrimas y los sustos a la caída de la montaña rusa, y tú y yo, y nuestras manos y el primer beso, el frío de aquella noche, los primeros pasos de la mano por aquellos andenes donde se mueren tantas historias de amor, ahí donde sueña el mundo en su mejor esfuerzo por ser tan escandaloso, en medio de tantos palacios y escondidos en un parque donde sobraban ganas por irnos volando en algún colchón, y ya lo ves, la muerte, la desilusión de todos los soles cuando cerramos aquellas cortinas, el viejo chismoso de la recepción callado, dormitando, y tú y yo y nuestros primeros temblores, a la carta los antojos, mis ojos en tus ojos y todo el tiempo del mundo para el primer beso de amor. Y ahora ya no estas.

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