martes, septiembre 10

Se me quedó la duda

Escribir es como respirar. Miento. Es casi como respirar. Es lo mismo pero más lento. Es ver la vida a modo de cámara lenta. Si dejas de escribir, te mueres. Eventualmente. Por supuesto eso no ocurre para todo mundo. Le sucede a quienes deciden que su vida debe llenarse de libros y de letras. De letras propias. Que no signifiquen nada para nadie o que de vez en cuando signifiquen un poco a un despistado lector. Despistado con la suerte suficiente de encontrarse con algunas letras perdidas. Eso es todo. Escribir una y otra vez para volverse fuerte: para no morir. Para recuperar la locura. Que de eso se trata. Volver al estado natural. Locos. Llenos de libros. Llenos de letras.

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