Imaginando conversaciones, a menudo pierdo mi noción del
tiempo con una persona en particular, digo particular porque ella es o era (que
fea letra "era") muy particular para mí, ando por las calles hablando
o cantando solo y mirando a la gente poner las caras más graciosa al notar lo
que hago, el otro día tirando la basura me cruce con un vecino que al notar que
estaba hablando y que encima estaba solo se sorprendió, más me sorprendió
cuando él me empezó a hablar y me dijo que le di un poco de miedo; el lugar
estaba a oscuras, él y yo solos, y yo hablando solo. Le dije: no pasa
nada, estoy hablando solo; y me dijo: A mucho mejor, me quedo más
tranquilo; y al rato le dije: No se preocupe, estaba hablando con
Neruda, y me dijo: Ah, de puta madre. Resulta que suelo imaginarme
conversaciones con distintas personas, pero últimamente ando cantando y
diciéndole cosas al oído tratando de convencer a una mujer. Sé que es una
alucinación, y que solo lo veo yo, pero de vez en cuando, cuando estoy a solas,
no puedo evitar darle de vez en cuando conversación a las personas que yo
quiero. Y pensé: ¿Qué raro no?, que de puta madre, tener a Neruda siempre
a mano para darme algún consejo, o me recité un poema y dedicártelo en un
momento dado.
Una noche ella me pregunto: ¿Qué sabes
hacer?, enseguida noté que estaba algo seria, así que decidí contestarle como
solo en mi mente se me pudo haber ocurrido, le dije: Bueno, yo sé abrir…, me crie
en un barrio de esta ciudad, sé abrir perfectamente una cerveza con los
dientes, conozco las canciones de Silvio y alguna de Sanz, bueno, las de Silvio
de primera mano, de hecho, me las canta al oído. Pero eso no le dije a ella,
creo.. conozco perfectamente la situación de la Estrella Polar así que si fuese
navegante nunca me perdería, pero no, no sé navegar, quite lo de la Estrella
Polar. El caso es que ella, sonriendo me dijo: Creo que no me has entendido,
te pregunto por tus estudios; y le dije: Ah, mis estudios, bien... estudié perfectamente
todas las bancas de las calles, sé perfectamente como se deslizan sobre ellas
las penas y las cervezas de los que por allí pasan, conozco perfectamente los
efectos terapéuticos del vino, estudie la espalda de una mujer.
Ella ya muy enfadada, mirándome a los ojos me dijo: Ah, muy bonito, ¿y en qué
quiere trabajar el señorito?. Y le dije: Pues ya que me pregunta, me
encantaría ser violinista, ya que usted me lo pregunta, me encantaría ser el
bombero que le apaga los fuegos a usted, ya que usted me lo pregunta, ¿Qué me
gustaría ser?... me encantaría ser probador de hamacas, para eso hay que saber
dormir y yo, de eso sé un rato, me encantaría ser el que le afina las guitarras
a Eric Clapton, me encantaría ser el cartero de Pablo Neruda, me encantaría ser
el que le canta arrullos al Subcomandante Marcos, me encantaría ser jardinero
en Marte, me encantaría ser desmantelador de misiles nucleares, me encantaría
ser pescador en los mares del amor, me encantaría ser cuidador de unicornios
azules. Pero sobre todo me gustaría ser el que siempre este cuando usted más
lo necesite, el que la abrace cuando sienta frio y el que la calme cuando este
con pena, me gustaría contarle un chiste por día para que así siempre este
alegre, me gustaría ser un soldado para cuidar sus sueños por las noches, ser
el sol que la alumbra por las mañanas y la luna que la enamora por las noches,
me gustaría crear tres estrellas que nos acompañen y nos cumplan nuestros
deseos, me gustaría ser el que usted ame y yo estar por siempre al lado suyo.