Tengo entendido que en ciertos mundos (benditos sean), impera invariablemente la locura. Si alguien cae desde una banqueta lo natural será que sea teñido de verde, dibujado en tapices y mostrado al pueblo como ejemplo de todo lugar común. Allá, si acaso, los abogados se sentirán obligados a reunirse con la familia para una agradable tarde de té. El hombre verde, el pobre hombre verde marcado de por vida, tendrá por tarea la distribución de violines a las más altas esferas de la sociedad. Terrible castigo. Cargar pasto y lunas en la espalda, violines, y crayones para colorear.
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