sábado, febrero 8

Pequeña



Cada mañana hago el intento pero pienso en ti,
estas metida entre mi cuerpo desde que te vi,
y es muy tarde para no pensarte,
seria pensar que el corazón pueda dejar de latir.

Busco en las calles encontrarte por casualidad,
pero mis ruegos no se encuentran con la realidad,
y no coincido contigo,
será mi castigo amarte, sin poderte amar.

Un millón de flores que quisiera darte,
una vida entera para procurarte,
y espero el milagro que me ames tú.

Dime que no es tarde, que me faltes tanto,
dime donde y cuando me quede atrapado,
porque te amo tanto,
no puedo evitarlo, tú vives en mí.

Dale una esperanza a mis noches largas,
quiéreme un poquito, no me des la espalda,
sálvame del frió y del maldito miedo,
que pasa el tiempo y cada vez me faltas más,

Vives en mis sueños y no soy tu dueño.

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